Capítulo 21: La decisión

16 2 0
                                    

Chris

- ¿Cómo dices? - creo que el color de mi cara ha debido desaparecer.

- Lo que oyes, será dentro de seis meses aquí en Madrid.

- No. - es mi respuesta.

- Oh, hijo - mi tío me pone su sucia mano en el hombro. - No tienes opción.

- ¿Qué no tengo opción? Claro que la tengo. No me casaré con esa chica. ¿Qué edad tiene? ¿quince años? Por Dios, ¡Habéis perdido el juicio!

- Tiene diecisiete años - Responde su padre. ¿17? ¿¿En serio??

- ¿Diecisiete? Pero si es menor de edad. - me pongo las manos en la cabeza. ¿Ésta gente es retrasada? ¿Que cojones? Me giro y me voy a largar pero mi padre me coge del brazo de mala manera y vuelve a sentarme en el sillón.

- No cuando se case. Lo hará el día que cumple los dieciocho. - Su padre tiene cara de enfado - Será mayor de edad cuand...

- He dicho que no hay opción. El trato está cerrado. - Mi padre corta a Igor. ¿Cómo?

- ¿Trato? ¿De qué cojones hablas? Es la vida de una chica de diecisiete años y la mía. No hay ningún trato. No me voy a casar. - Veo que el señor Müller pone mala cara. Me mira con cara de mala hostia y yo estoy hirviendo por dentro.

- Veras chico, voy a decirte algo que quizá tú padre no te ha contado antes, me dijo que estás fuera del negocio. En nuestro mundo, los tratos se cumplen. En esta unión hay mucho dinero en juego. Cientos de miles de euros. Más la seguridad de la chica y de tu familia.

- ¿Seguridad? - miro a mi padre sin entender nada. - ¿A qué cojones te dedicas papá?

- Nos dedicamos a la inversión hijo. Solo debes saber eso. Si rompemos el trato, morirá gente. - ¡¡¡Y LO DICE TAN TRANQUILO!!! ¿¿QUÉ...??

- ¡¡PAPÁ, DIME QUE EST...

- Hijo, esto no es una broma. - Mi tío me mira serio. Demasiado.

Entonces pienso en la chica. Doy vueltas como un loco por el despacho mientras mi padre y el tal Igor se sonríen, mi tío simplemente mira su vaso y yo me tiro de los pelos desesperado. ¿Qué cojones hago? Recuerdo la cara de la chica, como lloraba, me ha pedido ayuda. Ella debe saber todo lo que pasa. Pero yo no. Me he prometido a mí mismo saber qué le pasaba y ayudarla. Algo dentro de mí me dice que debo ayudarla. Pero no me puedo casar con ella. Sería una locura. Una gran y tremenda locura y seguro que un enorme error. Álex viene a mí cabeza. Álex. Álex. Álex. Si antes mi amor era complicado ahora vuelve a ser imposible. ¿Se lo cuento? ¡¡¡JODER!!!

- Tengo que pensar - lo digo mirando a los tres.

Me levanto y salgo del despacho. Necesito pensar. Mierda, mierda, mierda. Paso por el salón y las mujeres se quedan mirándome. Sobre todo la pobre chica que supuestamente será mi esposa. Eso no va a pasar. Ella lo debe saber y yo también. Sigo andando, la chica cierra los ojos con expresión de derrota. ¿Qué esperaba de mí?. Voy a salir y mi madre se pone frente a la puerta para no dejarme ir.

- Hijo, escúchame. - Niego en rotundo con la cabeza. - Debes escucharme. Vamos a tu cuarto y habla conmigo. - sigo negando. Entonces ella me coge del brazo y me lleva por el pasillo lateral hasta donde está el que era mi cuarto.

Entramos y mi madre cierra la puerta.

- Hijo - mi madre comienza a hablar y la miro, hasta ahora no lo había echo. Veo su expresión, es derrota, miedo, tristeza. - Tienes que hacerlo.

- Mamá, ¿Tú lo sabías? - la señalo y le pongo mala cara. Ella asiente.

- Todos los sabíamos.

Un Amor Imposible.  (Serie Amor Libro II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora