10 de febrero, 18:04

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soy la niña favorita de papá, lo admito. los hedges somos alrededor de cinco hermanos, todos hombres, y ser la menor (además la única MUJER) trae sus beneficios, en especial cuando sabes utilizarlos a tu favor. es por eso que me permitieron ir a un concierto que se hace en la ciudad, el más patético que alguna vez escuché en mi vida, pero que al parecer trae loco a todo el mundo.

ni siquiera sé quién va a presentarse. lo único que me importa es ir a pasarla bien, lo demás ya es avaricia.

lauren, vince y troye prometieron acompañarme, y aunque muchas veces terminan fallándome, organicé con todos ellos esperar el bus en la parada. fue un movimiento demasiado jugado, más teniendo en cuenta que ese lugar donde todos nos quedamos a esperar el bus está... en el medio de la nada. literalmente. no sé quién fue el genio al que se le pareció buena idea que la única manera de salir de este pueblo de mierda esté justo en medio de la carretera, pero fui la primera en llegar y tuve que esperar sola al menos unos quince minutos.

seré sincera. estaba cagada de miedo. desventajas de ser mujer.

pero nada me cagó tanto como que llegue la última persona del mundo con la que quería tener que volver a cruzarme.

la graciosísima freyre.

antes de llegar, venía hablando a los gritos, como siempre hace. fue eso por lo que me di cuenta. la verdad es que no pude verla del todo bien porque en cuanto oí su voz, me congelé por completo. todo su grupito de amigos estaba acompañándola, cómo no. eran alrededor de quince personas caminando hacia mí, acercándose a la parada.

era demasiado. se me venía encima una socialización para la que no estaba preparada. muchas posibilidades, y ninguna que me gustara.

así que me levanté y salí corriendo en la dirección opuesta. no tenía ni idea de hacia dónde estaba yendo, nunca caminé por la carretera, mucho menos sola. estaba cayendo el atardecer y de verdad que ya dejó de ser gracioso, pero entonces me detuve en seco y maldije por ser tan estúpida.

¿de verdad estaba haciéndome eso solo para no tener que hablarle? ajá, exactamente. me molesté tanto conmigo misma que di media vuelta sobre mis pasos y regresé. suerte para mí, vince y troye ya se habían unido al grupo de idiotas que esperaban en la parada a por el bus. así fingí llegar tarde, pretendí haberme perdido o algo así de ridículo, y no hizo falta mucho más.

en cuanto freyre vio que estaba ahí, tan buena como es ella, intentó acercarse a hablarme. pero yo, como que soy la persona más estúpida y antipática de este mundo, solo pude encogerme de hombros. la vergüenza que me daba tener que verla después de haberle dicho quién sabe qué cosas que no puedo recordar, me llevó a decirle lo primero que se me ocurrió para que dejara de reírse de mí.

—¡eh, neith! ¿cómo estás?—me saludó mientras se acomodaba el pelo como siempre hace, justo detrás de sus orejas—. me alegra verte sobria, bla, bla, bla, soy la mejor persona del mundo y por eso pretendo que me interesa saber qué tal te va, bla, bla, bla...

—por dios, cállate un rato—y como si lo necesitase para añadir dramatismo, le quité una botella de cerveza a vince y le di un trago largo—. haces que necesite estar borracha para querer escucharte hablar tanto.

sé que me pasé. lo sé demasiado bien. vince y troye no dejaron de repetírmelo todo el viaje de ida en el bus, y luego durante el concierto. de hecho, me afectó tanto que me cagó la noche entera. el concierto apestó. era incapaz de concentrarme, de sentirme tranquila sabiendo que ella estaba por ahí, en algún lugar. no volví a ver a freyre desde que llegamos hasta que nos volvimos a cruzar una sola vez, y tuve que verla dejar de sonreír en cuanto me vio.

¿cuál es mi maldito problema? bueno, que desearía dejar de pensar en ella por un puto momento. pero no puedo. no hay nada en mi cabeza más que la linda y tarada freyre haddish. no puedo dormir bien por culpa de esto. no hay calma. quiero poder dejar de pensar en su cabello rubio y desordenado, en sus manos que por alguna razón me fascinan y en cómo daría el mundo entero por tenerla cerca tan solo un instante. ¿y tienen una idea de qué hace que esto sea peor? que sé muy bien que ella es heterosexual. que nunca me verá ni por un solo segundo como yo puedo verla. y que esto es imposible.

para eso, prefiero que me odie.


Calma para el caosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora