08 de junio, 15:43

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»—Siempre supe que esa persona de la que me hablaste en la laguna era yo.

—Mentira, no lo pensaste. Nunca me viste así.

—No, pero en el fondo me hacía a la idea. En especial cuando dijiste que "es importante". ¿Quién será más importante que yo?

—Mucha gente.

—Dime una persona.

—Mulán.

—Hiciste que mi gatita te adore, ¿cómo es eso posible?

—Te robé la facilidad de caer bien, mi trabajo está hecho aquí. Ya puedo irme.

—Siempre tuviste esa suerte con los animales, ¿no es así? 

—Puede ser. Si me lo preguntas, es lo que prefiero. ¿Para qué caerle bien a las personas pudiendo hacerlo con los animales? 

—Me caes bien a mí, y yo soy una persona.

—No te caigo bien, te gusto. Es diferente.

—¿Pasé la prueba?

—¿Qué?

—La de los tres meses. Dijiste que lo sabrías recién en mayo.

—Tengo que informarte de que lamentablemente no, Frey. No pasaste el filtro. Eres una más de las que termino alejándome.

—Mentirosa.

—Supongo que te debo un favor ahora.

—¿Si?

—Es lo justo.

—Está bien, entonces lo usaré ahora mismo.

—¿Cómo?

—Dime qué ves.

—Te veo a ti.

—Ajá...

—Estamos solas en tu casa...

—Como siempre.

—...y de todas formas cerraste la puerta de tu habitación.

—Por precaución.

—¿Para qué necesitas precaución?

—No sé, tú dime.

—Tu alfombra no es el mejor lugar para hacer este tipo de cosas, a decir verdad.

—¿Quieres ir a la cama?

—Déjame pensarlo...

—No tengo todo el día, linda.

—Está bien. Pero apaga a Lucifer. No quiero que nos escuche.

Calma para el caosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora