2. INTERCAMBIO DE MIRADAS

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Alice había deshecho su maleta en tiempo récord, ordenando su habitación a su gusto y esperando que sus hijas hubieran hecho lo mismo. 

Se acaba de terminar de arreglar para la cena y todo parecía ir bien. Sin embargo, no podía mentir, se sentía un poco inquieta ante la presentación de esta noche. Quería hacer bien su trabajo, esperaba que sus alumnos la vieran como una buena profesora y la respetaran. 

Durante todos estos años, nunca tuvo problemas para tratar con los niños y enseñarlos. Cuando era una joven alumna de Hogwarts se dedicaba a dar clases particulares en sus ratos libres. Incluso, viviendo en la mansión Cooper, lo había hecho con sus hijas, las ayudaba con sus deberes y practicaba magia con ellas. En definitiva, sabía como manejar a los adolescentes, pero esto iba a ser un gran reto personal. No tenía ni idea de a que se iba a enfrentar y eso es lo que la ponía nerviosa.

Alice respiró hondo mientras se miraba en el espejo de su habitación. Llevaba una blusa blanca con traje pantalón negro, tacones y un moño alto. Se veía correcta y elegante, quizás demasiado, así que sacó algunos mechones cortos de su flequillo para enmarcar su rostro. 

Alice respiró hondo una vez más mirando su reflejo. 

Todo irá bien- se animó a ella misma antes de bajar al salón comedor.

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Alice caminó por el pasillo intentando mantener la calma para no tropezarse. Podía notar el grupo de personas, que estaban reunidos enfrente del salón comedor conversando, pero no reconoció a nadie hasta que escuchó a alguien llamarla.

¡No me puedo creer lo que ven mis ojos!, ¿Ali?- exclamó Fred al ver a su mejor amiga de la infancia venir por el pasillo hacía él.

¡Freddy!- saludó Alice contenta de ver una cara conocida.

¿Qué haces aquí rubia?- preguntó Fred mientras se acercaba.

Bueno, ¿adivina quién va a ser la nueva profesora de transformaciones?- descubrió Alice.

¡Eso es fantástico!, ¡Alice Smith dando guerra otra vez!- rio Fred mientras la abrazaba. 

Me alegro tanto de verte y de que des clases aquí- añadió.

Yo también, tengo tanto que contarte- dijo Alice separándose de su abrazo y apretando su mano con entusiasmo.

Yo también, empezando por esta mujer, Mary, mi esposa- presentó Fred cuando notó la presencia de su mujer a su lado.

Alice ya sabía lo de Mary, Sierra se lo había contado nada más llegar a la escuela.

También tenemos un hijo, Archie, el capitán del equipo de quidditch de Gryffindor- explicó Fred con orgullo mientras agarraba por la cintura a Mary.

Encantada de conocerte Mary, me alegro de verte- dijo Alice sonriendo.

Lo mismo te digo Alice, es bueno tener presencia femenina con la que hablar, somos minoría, hay que equilibrar la balanza- dijo Mary riendo ligeramente.

Totalmente de acuerdo, además no vine sola- señaló Alice.

Fred y Mary la miraron curiosos.

Traje a mis dos hijas conmigo, están en Ravenclaw- explicó Alice.

¡Qué buena noticia! Puedo decirle a Archie que las ayude a adaptarse, aunque no estén en la misma casa, es un buen chico y se conoce muy bien el castillo- aseguró Mary planeando un encuentro en su cabeza.

SectumsempraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora