7. EL SECRETO

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FP gruñó con fuerza oliendo la fragancia de Alice y relamiéndose los colmillos.

¡Tienes que recordar!, ¡no quieres hacerme daño!- gritó Alice con nerviosismo intentando por todos los medios que FP volviera en sí.

Alice notó como las garras de FP salían dispuestas a atacar.

¡Mírame!, ¡sé que puedes controlarlo!, ¡Jonesy!- intentó de nuevo Alice utilizando el mote que tenía para él cuando salían juntos. Estaba comenzando a asustarse y preocuparse inmensamente por su vida y el estado de FP.

Cuando FP escuchó su antiguo apodo, sus ojos se tornaron marrones casi de inmediato.

¿Al?- gruñó FP al reconocerla, resistiendo la tentación de volver a la bestia. 

Alice notó que su agarre se aflojaba y liberó sus brazos. Podría intentar tomar la varita pero, en cambio, se apresuró a coger las mejillas de FP centrando sus miradas completamente.

Si, soy yo, se que puedes controlarlo, céntrate en mí y en mi voz- ordenó. Controlar la transformación de licántropo era complicado, muy pocos conseguían llegar a ser hombres lobo evolucionados. Requería de un gran control mental y físico, además de tener una fuerza de voluntad máxima.

¡Tienes que salir de aquí!- pidió FP apretando sus dientes. Su espíritu estaba consumiéndose por la bestia, tenía miedo de herir a Alice, no quería hacerle daño.

No pienso dejarte así, se que puedes. Tienes que relajarte, céntrate en mi tacto y mis palabras- insistió Alice mientras comenzaba a acariciar la barba y el pelo de FP con suavidad. Tenía que tranquilizarlo para que pudiera entrar en un estado sereno y dejar la mente en blanco.

FP cerró sus ojos y apretó sus puños clavándose sus propias garras para no alcanzar a Alice. Prefería herirse a sí mismo que volverla a poner una mano encima en ese estado.

¿Recuerdas el día en el que nos conocimos? Estaba llorando porque me había caído de la escoba y tenía miedo de volver a volar- contó Alice buscando sus ojos y su atención.

Alice, por favor- suplicó FP temblando. La tensión a la que se enfrentaba era sobrehumana.

Sólo escúchame- pidió Alice. Tenía pavor, se estaba jugando su propia vida, pero la necesidad de ayudar a FP era más fuerte que cualquier otra cosa.

FP asintió concentrándose en su voz mientras sentía como sus caricias lo calmaban.

Te acercaste a mí y me preguntaste qué me pasaba. Te montaste conmigo en la escoba hasta que lo pude hacer yo sola. No me soltaste y ahora no pienso soltarte- siguió contando Alice cerca de él. 

FP reguló su respiración al recordar su primer encuentro. Su ritmo cardíaco decrementó poco a poco y sus garras desaparecieron.

Entonces, fui capaz de volar de nuevo. Yo pude superar mi miedo y se que tú eres lo bastante fuerte como para controlar la transformación- determinó Alice antes de que él volviera a su forma humana y cayera agotado encima de ella.

FP enterró su rostro en el hueco del cuello de Alice mientras que ella lo abrazó.

Ya estás bien- suspiró Alice aliviada. FP había conseguido controlarse.

Tenías que haberme encerrado aquí y huir, podía haberte hecho daño- regañó FP con su rostro todavía escondido en el cuello y sin poder mover ningún músculo de su cuerpo.

Nunca me gustó hacer caso de lo que me decían. Además, en el fondo sabía que no me harías daño- admitió Alice sintiendo cosquillas en su piel, provocadas por la barba de FP. Jamás le pondría una mano encima para dañarla, él siempre fue muy respetuoso con ella.

SectumsempraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora