Sectumsempra

19. SI, SOY YO

El asesino se rio a carcajadas y se quitó la máscara mostrando su rostro.

Si, soy yo, ¿te alegras de verme?- descubrió Hal con una sonrisa psicópata.

No... no entiendo nada- dijo Alice confusa. ¿Cómo no pudo darse cuenta antes?

Utilice una máscara mágica para cubrir mi voz y mi rostro. No quería ser reconocido, pero al final no tuve otra opción, ¡este idiota me ha jodido la máscara!- siguió diciendo Hal.

No lo entiendo, Hal, ¡tus hijas están aquí!, ¡mataste a gente!, ¡estás loco!- gritó Alice. Hal no era el mejor hombre del mundo, pero nunca lo hubiera tachado de asesino.

Necesito esa varita, Alice. Quiero recuperar todo lo que quiero, quiero recuperar mi vida y ser más poderoso- explicó Hal.

¡Estás enfermo!, ¡mataste al novio de tu hija!, ¡amenazaste a una niña pequeña!- recordó Alice. No podía creer los límites a los que Hal estaba dispuesto a llegar con tal de ganar poder. La ambición lo había cegado completamente.

Mi querida Alice, tu problema es que te encariñas demasiado con la escoria de esta escuela- se burló Hal.

¿Qué quieres decir?, ¿me has estado espiando?- preguntó Alice nerviosa.

Alice, llevo planeando esto desde que te marchaste. Las velas que se cayeron en el gran comedor, la pócima adormecedora que desapareció misteriosamente, la inundación en la Cámara de los Secretos, la trampa en el despacho de FP... una pena que no apareciera esa noche, Jason sufrió el destino que tenía reservado para él, realmente ha sido un hueso duro de roer- enumeró Hal.

Alice lo miró horrorizada, todos los accidentes fueron su culpa. ¿Cómo lo hizo, cómo se enteró de todo si no estaba en la escuela?

Todo lo hice para que nadie se acercara a ti, Alice. Mate a Edgar Evernever para poder suplantar su identidad y, cuando las niñas me hablaron de la varita de Saúco en navidades, supe que sería lo necesario para hacerte volver conmigo- explicó Hal siguiendo con su perorata.

¿Fuiste Edgar todo el tiempo?- preguntó Alice, que no podía dar crédito a lo que oía. Su ex-marido era un asesino en serie totalmente obsesionado e ido de la olla.

Sí, de esa manera podía mantener vigilada a mi preciosa mujer, ¿no es brillante?- dijo Hal alabándose a sí mismo.

Ex-mujer- corrigió Alice, que se alegraba mucho de haberse divorciado de aquel psicópata.

No por mucho tiempo, ahora... ¡dame la varita!- declaró Hal.

¡Tú deliras!, ¡pusiste en peligro a nuestras hijas!, ¡me quisiste matar más de una vez!, ¡no pienso darte nada!- determinó Alice.

¡Lo harás o lo mato!- dijo simplemente Hal apuntando con su varita a FP, que seguía retorciéndose en el suelo, manchado de sangre y totalmente drenado de energía.

Alice miró a FP inquieta, su pesadilla se estaba haciendo realidad, apenas podía mantener la consciencia.

Sé que te preocupas por este pedazo de basura. Os he visto juntos y crees estar tan enamorada de él... ¡Es repugnante, Alice!, ¡no perteneces aquí!, ¡no le perteneces a él!- gruñó Hal haciendo movimientos bruscos con su varita.

Alice temblaba mientras las lágrimas se amontonaban en sus ojos. La ira, el miedo y el poder, que se estaban acumulando dentro de ella, la incitaban a estrangular a Hal hasta la muerte, pero no podía hacerlo o FP estaría muerto en segundos.

¡No le des la varita!, ¡no lo hagas, Alice!- pudo decir FP entre los gritos de sufrimiento que salían de su boca.

¡Cállate!- rugió Hal mirándolo con puro odio.