4. NO TE ODIO, PERO NO TE CREO

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Las semanas pasaron rápidamente en Hogwarts. Alice encontró un equilibrio y una rutina bastante adecuada para su nueva vida. Estaba feliz, sus hijas se habían adaptado a la escuela, recuperó la amistad con sus viejos amigos y los alumnos la respetaban y admiraban como profesora.

Además, en todos estos días, Alice había hecho un trabajo espléndido en evitar a FP. Aunque el hecho de que sus horarios fueran completamente opuestos, ayudaba a que no se cruzaran en ningún momento. Todo fue idea de Sierra, lo hizo aposta por ella sabiendo cómo se sentía alrededor de FP y su pasado. Alice se aseguró de agradecérselo en una de sus charlas matutinas mientras tomaban café. 

De todas maneras, por más que Alice lo evitara, no pudo escapar de sus miradas en la cena. Tenía que lidiar con sus intensos ojos marrones todas las noches, pero era algo con lo que podría tratar, siempre y cuando no hablaran. Sin embargo, el sentimiento dentro de ella no podía evitar palpitar cada vez que sus miradas se cruzaban.

Polly y Betty estaban cada vez más cómodas en la escuela, Alice se alegraba de que darles clase no influyera en su reputación. Polly comenzó a salir con Jason Blossom, mientras que Betty comenzó a quedar más con su pandilla, Archie, Verónica y Jughead. Alice se enteró que este último era un Jones, para su desgracia. No era consciente de que FP tenía un hijo hasta que Betty se lo dijo, pero tampoco había hablado con él para preguntarle. De todas maneras, Jughead estaba demostrando ser un alumno talentoso y bastante brillante, todo lo contrario al chico malo que era FP en sus tiempos.

En cuanto a su relación con JB, su ladrona favorita de galletas, estaba estrechándose cada vez más. Alice quería demasiado a esa niña. Siempre la saludaba por los pasillos con una sonrisa y la reconocía como su mejor amiga. Le daba clases un par de tardes a la semana en su lugar, la Torre de Astronomía. Le enseñaba magia y hablaban de todo. Sus charlas se convirtieron en una ronda de confesiones, JB no conocía a su madre, así que se apoyaba en Alice cuando tenía que consultarle algo en lo que su padre y su hermano no podían ayudarla o entenderla. Sin embargo, por más que Alice intentó averiguar quiénes eran, apenas hablaban de ellos. Y, a pesar de la curiosidad que sentía, Alice no tenía ni idea de sus nombres, ni los conocía personalmente todavía. Simplemente se divertían y pasaban el tiempo juntas.

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¡El próximo día lo conseguiré!- declaró JB mientras caminaba al gran comedor con Alice a su lado. Normalmente volvía a su habitación después de sus charlas, pero hoy había insistido en acompañar a Alice hasta la puerta, ya que habían terminado antes de lo previsto.

Es un hechizo un poco más difícil, estoy segura de que con un poco más de práctica lograrás realizarlo. Pero no se practica hasta el próximo día- advirtió Alice, que no quería que lo intentara sin su supervisión.

Vale Al, me dedicaré sólo a leer el libro de hechizos- aseguró JB.

Eso me recuerda, encontré mi libro de recetas, podemos hacer galletas de vainilla y canela, ¿te apetece que el próximo día hagamos algunas en las cocinas?- preguntó Alice.

¡Qué buena idea!, ¡estoy deseando que llegue!- aseguró JB saltando frente a ella.

Alice sonrió. Esa niña era una bola de energía.

¡Vamos Al!, a lo mejor puedo ver a mi hermano antes de volver a mi habitación- dijo JB cuando entraron al gran comedor mirando alrededor por si lo encontraba.

Está bien Jelly, pero no corras- pidió Alice siguiéndola de cerca.

El gran comedor todavía estaba mayormente vacío, sólo había unos cuantos corrillos de alumnos esparcidos por las mesas y hablando animadamente.

SectumsempraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora