10._Fiesta

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En el pueblo en que Mary se fue a vivir las noticias de internet no eran relevantes. La población jóven era poca y se preocupaba de otras cosas. Sin embargo, siempre había alguien que la reconocía y se le quedaba viendo de forma curiosa. Era molesto, pero tampoco algo insoportable. Como había decidido mantener un bajo perfil no se había hecho de gente conocida y aunque por lo general no la necesitaba, en esas semanas le surgió la necesidad de hablar con alguien respecto a como se sentía. A momentos experimentaba una fuerte sobrecarga de energía y empezaba a hacer toda clase de cosas. A ratos se hundía en el mar de sus pensamientos sin llegar a ninguna parte que no hubiera explorado antes.

Después de ese encuentro con Bills en el corredor de la casa del alcalde, algo en ella se agitó con violencia. Actuó y habló según se sentía. Fue ella misma y eso la asustaba. Mary se conocía bien. Sabía a qué tipo de hombres atraía y porqué. Sabía cuáles le gustaban y porqué. Bills era una excepción a todo eso. Tipos como Bills había conocido varios, siempre pasaba de ellos. Eran como un ídolo. Había que estarlos adorando todo el tiempo, complaciendolos y prestandoles atención por las cosas más insignificantes. Eran superficiales. No se sumergían en ideas o intereses profundos, para ellos eso era una perdida de tiempo, algo incómodo y molesto. Disfrutaban de los placeres de la vida y pese a su egocentrismos rara vez estaban solos. A grandes rasgos eso definía a los tipos como Bills. A grandes rasgos era todo lo opuesto a ella, para quien las cosas superficiales eran una perdida de tiempo. Para quien la soledad era un vicio, para quien los placeres de la vida eran cosas sencillas y quien gustaba de ser reconocida si, pero por cosas que realmente valieran la pena. Si bien ella pasaba sin ver a los tipos como él, había presenciado como estos individuos pasaban de mujeres como ella. Mary no solo aprendía de su experiencia, sino también de la de otros. Nunca esperó enamorarse de un tipo así, pero hasta cierto punto le hacia mucho sentido. Lo demás no lo entendía ni en lo más mínimo por más que intentaba hacerlo. Mucho se temía haber logrado terminar con cualquier interés que Bills podría haber tenido hacia ella. Siempre tenía ese temor a su espalda. Que siendo ella tal cual era, él nunca le prestaría atención o peor la considerará alguien difícil y problemática. Después de todo ella siempre se estaba conteniendo, limitando en muchas formas.

Bills estaba en su residencia disfrutando del buen clima de la estación, tendido en una hamaca que colgaba bajo los árboles del jardín. Solo estaba ahí, viendo un horizonte imaginario y sumido en sus pensamientos. Esa noche tenían una presentación en una ciudad a dos horas en avión. Debería estarse preparando para el evento, pero jamás se preocupaba por ello. Había quienes cumplían con cosas como el vestuario y todo lo demás. También la experiencia le brindaba calma a la hora de subirse a un escenario, aunque él contaba con otras cosas también. Pero su calma terminó cuando un muchacho que hacía de mayordomo llegó con él para enseñarle algo...sus gritos se oían desde la calle y estaba bastante lejos de ella.

Mary había sido invitada al concierto, pero a la parte posterior del evento. Desde allí saldría en compañía de Bills hacia una fiesta. De ahí que llevará puesto aquel vestido negro y zapatos de tacón comprados a último momento, duros como una tabla. Sentada sobre un de las bocinas que no sonaba veía a todo el mundo ir de un lado a otro bastante nervioso gracias al mal humor de Bills detrás de quién iba Whiss intentando que lo escuchará.

-¡Ya te dije que no saldré al escenario sin mis baquetas de la suerte!

-¿Y quieres que cancelemos el concierto por esa estupidez?-le preguntó Black de una forma que pareció un puñetazo. El vocalista del grupo abandonó su postura de descanso para ir hacia Bills.

-¡Tú no te metas!

-¿Qué no me meta?- le cuestionó Black e intento sujetarlo por la ropa, pero Bills le atrapó el puño con la mano quedando ambos en una suerte de pulso- Tú y tus ridículas supersticiones, así como tu caprichosa actitud me tienen harto.

Ídolo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora