Después de haber desayunado, y haber reposado un rato, decidimos ir a divertirnos un buen rato en el río, Drazhan encendió una fogata para que yo no pasara frío, ellos se alejaron un poquito y de algo estuvieron conversando, al rato Draz regresa conmigo y Wymond se aleja un poco -¿no tienes frio?- me pregunta Draz, yo solo niego, veo que Wy regresa -bueno veras, mi madre te envió un vestido- dice rascando su cabeza, Wymond me lo entrega -talvez quieras cambiarte para que no te vallas a enfermar- me sugiere -yo revise la cueva, así que podrías vestirte allí- agrega Wy, yo lo pienso y asiento levantándome, avanzó hacia la cueva, Wymond toma asiento frente a la fogata y Draz le imita, yo entro a la cueva, esta oscuro, me adentro un poco, lo suficiente para que no me vean, pero no tanto para no ver nada, el vestido está hecho con pieles, me quito el que andaba, esta húmedo y me coloco el otro, siento que me quedo perfecto, espero no se me vea mal, cuando ya me cambio, salgo de la cueva y camino hacia ellos, Drazhan se levanta y camina hacia mi -te vez hermosa- dice mirándome de pies a cabeza, yo siento mi cara arder pero no digo nada, solo le sonrío, el toma mi mano y nos sentamos cerca de la fogata, Wymond toma mi vestido húmedo y lo extiende en una rama, siento un poco de sueño y no puedo evitar bostezar, Drazhan lo nota y me toma en sus brazos, acaricia mi cabello, tiene una pequeña sonrisa en sus labios y tiene un lindo brillo en sus ojos, poco a poco siento mis párpados cada vez más pesados hasta que no lo resisto más y me quedo dormida.
Abro mis ojos lentamente, estoy acostada en el césped, mi cabeza descansa sobre algo suave y algo me cubre, me siento confundida, escucho unas voces, escucho una voz femenina, pienso en Cateline y no puedo evitar sentarme con rapidez y ver alrededor, cuando escucho a alguien que corre, retrocedo asustada hasta que le escucho -Doncella tranquila, aquí estoy- dice Drazhan que llego a mi lado, las voces ya no se oyen -me acerco a el y le abrazo -lo siento, no quise dejarte sola, estaba aquí detrás y no me di cuenta que despertaste, no sabía que te asustarias así- se disculpa, yo suspiro -no te disculpes, estoy contigo, así que estaré bien- le digo mas calmada, le miro, sus ojos muestran preocupación, así que acarició su mejilla, el suspira, da una mirada hacia atrás y luego me vuelve a ver a los ojos y sus mejillas se ponen rojas -yo... bueno... mientras tu dormías... yo debía... amm yo...- intenta decir algo pero no le entiendo nada, hasta que Wymond se empieza a carcajear, Drazhan baja la mirada y revuelve su cabello, sus mejillas siguen rojas -hermano, no es para tanto- dice Wy poniendo una mano en su hombro -tu no lo entiendes- le responde entre dientes, Wymond solo suelta una risa y se sienta cerca de nosotros recostado a una enorme piedra, Drazhan suspira -¿que sucede Draz?- le preguntó, el me mira de nuevo y vuelve a mirar al frente, detrás de mí hay alguien, lo sé porque Drazhan mira hacia allá y me mira de nuevo -ella quería conocerte- susurra, escucha una risita cálida detrás de mí, me giro hacia atrás y veo a una hermosa mujer con un largo cabello castaño, unido en varias trensas, sus ojos son color miel, y tiene una hermosa sonrisa, se acerca despacio hacia mí, yo siento mis mejillas arder, miro a Drazhan y esta igual que yo, la mujer se ríe nuevamente -ni siquiera pude decirle a ella que querías venir- dice Drazhan -me doy cuenta hijo- responde la mujer sentándose en el césped también, Drazhan se sienta a mi lado -bu.. bueno ma, ella es Sharon, es... es mi Doncella- me presenta, yo agarro un mechon de mi cabello y empiezo a enrrollarlo en mi dedo -así que si es cierto- dice la mujer limpiando unas lágrimas que caen por sus mejillas, Draz se levanta y va con su madre, ella le sonríe y le abraza, el solo se queda quedito -estoy tan feliz hijo mio, tan feliz de que encontraras a tu Doncella, es tan hermosa- dice soltando a Drazhan, el sonríe -ella es perfecta mamá- susurra separándose de ella y sentándose a mi lado -me alegra conocerte hija- me dice la madre de Drazhan, yo le sonrió -también me alegra conocerle señora- le digo, ella niega y suelta una risilla -nada de señora, puedes llamarme madre, ya eres parte de la familia- dice con una gran sonrisa, yo bajo la mirada avergonzada -lo ve tía, son tal para cual, ambos están tan rojos como las manzanas- dice Wymond entre risas -hacen bonita pareja y me hace muy feliz saber que mi hijo te encontró- agrega Eloíse -bueno ella me encontró a mi- corrije Draz pasando su brazo alrededor de mis hombros apegándome a el -fuiste tu el que caíste del cielo- le recuerdo, el ríe -eres una chica confiable, lo sé por tu mirada, así que cuando estés preparada, me sentiría honrada por qué nos visitaras en nuestra aldea, mi esposo estará feliz de conocerte también hija- me dice la madre de Drazhan poniéndose se pie y acercándose a mi, luego se pone en cuclillas frente a mi y toma mis manos -por favor haz feliz a mi hijo y cuidalo siempre ahora su corazón es tuyo al igual que su vida por el resto de sus vidas- me pide, luego me abraza -y tu también cuidate- agrega dejando un beso en mi frente, luego se da la vuelta despidiéndose solo moviendo su mano y camina hacia el precipicio del cual se deja caer, para luego emerger un Dragón, no tan grande como lo es Drazhan pero tiene un color rojizo más claro, es hermosa en sus dos formas, tanto humana como de Dragón.
ESTÁS LEYENDO
Una historia de Dragones
Fantasy¿Crees en los Dragones? A la pequeña Hanna le da curiosidad saber porque a su madre le gustan estas extrañas criaturas. ^_^_^_^_^_^_^_^_^_^_^ -¿Crees en los dragones?- pregunta la madre. -no mami eso no existe- dice la pequeña -Te contare una hist...