Una historia de Dragones

Un Extraño

  Mi pequeña Hanna me ha estado pidiendo que continue la historia y es lo que quiero, que a ella le gusten asi como a mi, por eso le he prometido que esta noche le contare más, por el momento la mande a colocarse su pijama mientras yo acomodo la cama para dormir, luego camino al balcón y observo las estrellas, la melancolía me envuelve, no sabes cuanto te extraño, suspiro y entro cerrando la puerta -¡mami!- entra mi hija y salta a mi cama, yo sonrio -estas un poco ansiosa- le digo, ella solo asiente repetidas veces -bien, dame un minuto- le pido, apago la luz y me acomodo en mi cama -¿en que habiamos quedado?- le pregunto -Sharon se durmio en un arbol- dice rapidamente -oh es cierto- le digo -cuando empezo a amanecer...

  ~~~Un Extraño Chico~~~

  Despierto lentamente siendo rodeada por la claridad que poco a poco se va extendiendo, escucho un sin fin de avecillas cantar por todo el bosque, una linda manera de despertar, lo unico que me hace falta es un poco de comodidad pero que se le puede hacer, saco una manzana de mi mochila al sentir un poco de hambre, cuando acabo guardo lo que quedo de la manzana y miro los arboles y algunas ardillas que andan saltando por allí, cuando escucho un fuerte ruido en la copa del arbol y un segundo despues veo a un chico caer, pega con fuerza en la rama en la que estoy y cae al suelo, yo miro sorprendida hacia arriba y luego miro al chico, pongo la mano en la rama y salto del arbol cayendo en cuclillas a su lado, le veo levantar su mano en un puño mirar al cielo y gritar -¡eres un estupido!- le miro, en un solo segundo logro observar como un par de colmillillos desaparecen, sus ojos casi negros se vuelven de un color miel y un collar pierde su brillo, el se sienta con sus piernas cruzadas y me mira de pies a cabeza -¿qué haces doncella tu por aqui?- me pregunta, tiene su voz ronca, le miro, tiene su cabello corto en color castaño claro, haciendo contraste con sus ojos, sus labios... el me saca de mi ensoñacion aclarandose la garganta -¿estas perdida doncella?- me pregunta esta vez -ehh no- le digo, el pone su mano en el suelo para levantarse, yo miro sus musculosos brazos, el jadea -me las pagara- dice entre dientes -¿pa... pasa algo?- le pregunto, el suspira -no, solo que cuando caí, mi brazo se desmonto- dice -yo te ayudo, espera- le digo, el me mira curioso, yo tomo su brazo, lo estiro y de un movimiento rapido lo jalo escuchando un leve "crack", el mueve su brazo -gracias- dice con una sonrisa -yo no sabia que tu estabas alli en el árbol- le digo, el se pone de pie -ehh si, yo umm llegue allí mucho mas antes que tu- dice como nervioso mirando hacia otro lado, luego me mira -y tu ¿acaso estas perdida?- me pregunta -no, escape de casa- le respondo -aja, escapas y decides que la mejor idea es entrar a un bosque- dice poniendo los ojos en blanco -bueno, veras, yo creí que de esa manera podria encontrar alguna aldea- le explico nerviosa, el suelta un suspiro -yo te llevare a una, dime ¿de donde vienes?- me ofrece y pregunta -del pueblo del rio- le digo -valla te has alejado bastante- dice pensativo -vamos ya se a cual llevarte- dice y da un par de pasos -pero yo no se si pueda estar con personas que no conozco- le digo, el me mira y hace una mueca -dices que no puedes estar con desconocidos y sin embargo estas aqui manteniendo una conversación conmigo- dice, yo solo miro a otro lado, tiene razón -espera, es cierto, aún somos desconocidos- le digo, el solo frunce el ceño -¿hasta ahora te das cuenta doncella?- pregunta y rasca su cabello -no creas que soy tonta, a lo que me refiero es que aún no nos hemos presentado- le digo, el suelta una sonora carcajada -bien ¿como te llamas doncella?- me pregunta y yo me sonrojo al notar la manera en que me llama -soy Sharon- le respondo, el sonríe -lindo nombre, yo soy Drazhan- se presenta haciendo una leve reverencia, luego me mira y me toma del brazo -ahora si Sharon, vamos a la aldea- dice empezando a caminar.

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-Entonces la Doncella y el apuesto Drazhan empezaron su camino hacia la aldea- concluyo por hoy -¡mamá sigue!- me pide mi pequeña -mañana continuare, ya es hora de dormir- digo abrazandola.