I am the Man

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Era mi primer gran premio en Australia, me sentía nerviosa, se sentía una presión increíble.

Había llegado a Melbourne 3 días antes de las prácticas, quería darme un poco de tiempo para asimilar todo lo que estaba por suceder, era lo mejor que me había pasado en mi vida, un sueño hecho realidad.

Durante esos tres días eran revisiones de estrategias con el equipo, entrenamiento, etc. Aunque tenía uno que otro descanso entre reunión y reunión, el cual yo aprovechaba para ir a caminar por los lugares cercanos, y darme tiempo para conocer a mi compañero de equipo más a fondo. El era alguien bastante alegre y decidido, me decía que puede que me haya reconocido de fórmula 2 y yo personalmente no recordaba a nadie. Charles me parecía alguien interesante y con potencial al igual que yo, aunque también tomaba en cuenta de que él sería el primero que tendría que vencer en cada carrera, ya que teníamos el mismo auto.

Un día antes de la práctica los pilotos organizaron una especie de reunión para conocernos y desearnos suerte, obviamente asistí porque no quería ser quien se aislaba de todos. Debía hacer amistades porque no quería sentirme sola como siempre me había sentido desde que había iniciado en este mundo. No declaro que no ame esto, pero nunca tuve la oportunidad de salir con amigos, experimentar romances de película y así, lo único que necesito en estos momentos antes de iniciar esta etapa es crear un círculo social, un apoyo y no importa que en la carrera seamos competencia, fuera seremos muy unidos.

Llegó la hora de la fiesta y yo estaba nerviosa, es decir estaba conociendo a personas bastante importantes, los ídolos de todos, hasta los míos.

A quien conocí primero fue Daniel Riccardo, él había organizado esta reunión. Era alguien bastante amigable, agradable y alegre. Se veía entusiasmado, es decir era su casa, quien no se sentiría ilusionado de obtener una victoria. Nuestra breve conversación se basó en nuestras expectativas y cómo esperábamos desenvolvernos en la temporada, lo dejé, ya que quería conocer a la mayoría y además había una voz que me llamaba detrás de mí.
—¡Emmanuel!— expresó aquella voz, voltee y era Sergio, era el que aparecía en los anuncios de las gasolineras, obviamente sabía que él era el mexicano, aquel que era como mi ejemplo a seguir, ya que yo también tenía esa nacionalidad, me acerqué a él para platicar.
—Estoy frente al famoso Emmanuel Ferreira, el novato sensación de esta temporada, he oído mucho sobre ti.— Dijo con una voz alegre. Yo no sabía cómo responder así que di una risa nerviosa y respondí.

 —No creo ser la gran cosa, pero lo voy a intentar...— 

Me miró con una sonrisa y exclamó —Pero no seas tan frío, bienvenido, tú y yo seremos grandes amigos fuera de la pista.— yo me sentí halagada. Era bastante inusual que alguien de su nivel supiera de tu existencia y más que te hablara con ese tono tan amigable. Charlamos un rato sobre nuestros intereses, sobre cómo yo había intentado seguir su carrera y cosas así.

A quien finalmente conocí aquella noche fue a Carlos Sainz a quien le causaba gracia mi apellido, durante mi conversación con Pérez se acercó diciendo —Ferrari, Ferrari, Ferrari, un gusto conocerte.— Yo quedé extrañada, aunque también me hizo gracia el cómo había dicho mi apellido.
—Digo ya quisiera yo que mi apellido fuese Ferrari, sin embargo, pues en realidad es Ferreira— reí por lo bajo. 

—Chico ya sé que es Ferreira, solo quería hacer un pequeño chiste ¿sabes?, en fin, bienvenido al club Ferreira— tuvimos una pequeña charla. 

Finalmente, Daniel organizó un brindis para empezar bien la temporada y desearnos suerte a todos.

Al terminar la noche cada quien se fue por su lado a su lugar de hospedaje a descansar para las prácticas del día siguiente.

Antes de dormir llamé a mi madre a quien yo echaba de menos y me hacía bastante falta, ya que había estado conmigo desde el inicio de todo. Le dije que la amaba y que todo saldría bien. Finalmente, me despedí de ella y me fui a dormir porque mañana comenzaría mi primer fin de semana de carrera.