I am the Man

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Monza, una carrera bastante icónica para la categoría y una de mis favoritas sinceramente.

Después de un merecido descanso ya me encontraba en Italia, esa vez llegué antes que el equipo, porque quería tener la oportunidad de visitar el país con un poco más de tiempo. Dado que cuando visitaba el lugar, yo tenía una agenda bastante apretada. Esencial lo que hice fue visitar sitios turísticos y comer en buenos restaurantes.

Aquellos dos días anticipados con los que llegué se me fueron como agua, parecía que de la noche a la mañana ya era fin de semana de carrera. Todo lo rutinario ir con el equipo y solo presenciar las prácticas 1 y 2.

Lo único diferente de ese fin de semana era que Susie nos estaba acompañado. Yo estaba pasando más tiempo con ella que con los chicos. El que ella estuviera ahí, me hacía sentir más cómoda y me daba confianza. Aunque el único problema era que yo no podía seguir con el trato previamente establecido. Toto todavía no me había ofrecido asiento y no creía que lo haría pronto, además de que yo me había encontrado un asiento seguro con su competencia directa. Además de que como no había nada firmado más que acuerdos de confidencialidad sobre estrategias y cosas por el estilo, nada me prohibía competir con otro equipo que no fuera Mercedes.

Justo al día siguiente, después de la práctica 3, hablé con Susie sobre mis planes, y a agradecerle su apoyo. Susie lo tomó muy bien y acordamos hablarlo con Toto entre ese día y el siguiente.

El día de la quali, hice una reservación en un restaurante para cuatro personas. Debía tener un buen lugar para hablar sobre mi decisión con Toto, además Mark también debía estar ahí, debido a que era como una especie de regulador y a veces era como mi sombra. Logré agendarla dos horas después de la quali para tener tiempo de meditar mis palabras y que no interfiriera demasiado con la apretada agenda del equipo.

Todo el día transcurrió como de costumbre, yo solo estaba ahí, los del equipo hacían lo suyo. Charles obtuvo la pole position, seguido de Lewis y Valtteri. Un resultado no muy agradable para el equipo, pero como yo era imparcial en esos momentos, no me importó demasiado. Tanto así que no le dije nada a nadie que al terminar la clasificación, casi de inmediato me fui a mi hotel, no sin antes hacerle saber a Toto sobre la comida que tendríamos más tarde.

Justo después de llegar al hotel, recibo una llamada de Charles. Una parte de mí se sentía un poco culpable por no felicitarlo, aunque a la otra parte de mí no le importara. Decidí atender la llamada.

—¡Ella!, llevo veinte minutos buscándote por todo el paddock, ¿dónde estás?, si te había visto recién antes de la quali.— Dijo algo confundido.

—Sí... sobre eso, me fui temprano, felicidades por la pole, siento no haberme quedado.— Repito, a una parte de mí le valía un comino.

—Bueno, solo quería decirte eso, a propósito, ¿tienes planes hoy?—

—Si, de hecho, tengo una comida dentro de hora y media, así que si me disculpas tengo que arreglarme. Si quieres mañana salimos con los chicos a cenar después de la carrera.— Dios, había sonado algo grosera, pero estaba nerviosa.

—Ah, va, si, no te preocupes, mañana nos vemos.— Dijo con un tono algo desilusionado.

—Va, entonces mañana, ya me tengo que ir, bye.— Le colgué instantáneamente y dejé mi teléfono en una mesita al lado de mi cama.

Procedí a terminar de arreglarme y tomar un taxi para ir al restaurante. Al llegar esperé cinco minutos y recibí un mensaje de Susie, quien ya estaba en camino junto con Toto. Mientras tanto yo solo pedía vasos de agua con hielos para calmarme un poco en lo que esperaba.

Cuando llegaron Toto, Susie y Mark los recibí cordialmente. Nos sentamos en la mesa y acto seguido ordeñamos comida. En lo que esperábamos yo solamente trataba de evadir el tema, sacando temas como la carrera de mañana, las victorias de Lewis y el rendimiento durante esta temporada. Hasta que Toto mencionó algo que no me esperaba.