Era casi el final de mi primera temporada en f1 y había tenido un desempeño impresionante para ser la primera en la que participaba. Mi futuro en el deporte era algo incierto, ya que mi contrato con Sauber era de solo un año, dado que ya se habían confirmado los siguientes dos pilotos que correrían para la escudería el siguiente año y ninguno de los dos era yo, me encontraba en una situación crítica. Sumando el hecho de que mi compañero Charles tenía un contrato de como seis años con Ferrari, yo me veía en una desafortunada posición.
Yo tenía dos opciones para continuar el siguiente año, irme con Williams o probar suerte intentando llamar la atención de Renault, ya que ambos equipos eran los únicos que no habían confirmado corredores y yo daría lo máximo en las siguientes tres carreras para estar en alguno de esos equipos.
El siguiente gran premio era el más importante para mí, porque era el de México y aquella era obviamente mi casa. Además de que cuando era pequeña mi tío me llevó una vez al autódromo y ahí fue cuando me propuse iniciar con este sueño.
Esta vez llegué justo un miércoles, y en lugar de quedarme en un hotel me quedé en mi casa. Era algo extraño porque en realidad no estaba ahí para descansar, sino que en realidad era por trabajo y tenía una agenda bastante apretada.
Mi madre me fue a visitar un par de veces y aquellas fueron las únicas veces en el año en las que me pude olvidar de Emmanuel aunque fuesen unos momentos.
Llegó el día de prácticas en el autódromo, yo estaba bastante emocionada y llegué temprano al lugar. Mi madre obviamente me acompañó y fue conmigo al paddock.
—Estella, hija aquí estamos, es un sueño que comenzamos juntas y créeme siempre da lo mejor de ti porque te mereces todo lo que has logrado. Te deseo la mejor de las suertes este fin de semana hija— Me dijo casi entre lágrimas mientras me abrazaba.
—Claro que si mamá, daré lo mejor de mí. Gracias por todo— le respondí igualmente entre lágrimas
—¡VAMOS ESTELLA FERREIRA!, o quisiera decir ¡VAMOS EMMANUEL FERREIRA!— dijo mi madre de manera alentadora. Me causó algo de pánico que pronunciara mi verdadero nombre en voz alta, pero lo que me tranquilizó fue que estábamos en un sitio totalmente vacío (o eso pensábamos). Al salir yo sola del sitio justo en la puerta me encontré a Charles.
—Charles, ¿qué haces aquí?— dije bastante nerviosa, no sabía si él había entendido las palabras de mi madre, ya que ella y yo habíamos conversado en español.
—Venía a buscarte, porque los chicos preguntaban por ti, pero ahora tengo una pregunta, si no es mucha molestia. ¿Quién es Estella?— Dijo confundido
Demonios, pensé —Es...es...es... mi hermana— rayos con tanta pausa ya sonaba bastante sospechoso
—no sabía que tuvieses una hermana, luego me la presentas— dijo no tan convencido.
Rayos la tensión del momento se apoderaba de mí y sentía una especie de necesidad de decirlo, pero debía reprimirlo. Sentí como una especie de vómito verbal y sin reflexionar demasiado dije:
—Estella Ferreira soy yo— mis palabras fueron rápidas pero algo entendibles. Me volví a poner nerviosa, no sabía que reacción esperar. Además de que no pude disimular mi voz, cosa que no iba a hacer más que confirmar lo que había salido de mi boca.
—Espera que... no, no es cierto. Entonces eres... una mujer— Dijo ahora si muy confundido.
—Si, mira esto es bastante privado y necesito que no se lo digas a absolutamente nadie. Mi verdadero nombre si es Estella, no Emmanuel, es una larga historia que no te puedo contar aquí. Sabes que, después de la práctica vamos a mi casa y te lo digo. Necesito saber si cuento con tu confianza porque quiero que me jures que nada de lo que se hable se lo cuentes a nadie— se lo dije de manera bastante seria.
—Está bien, juro que no se lo diré a nadie— dijo más serio, pero intrigado.
Tiempo después me encontraba en la práctica. Tenía demasiadas cosas en la cabeza y era abrumador, por un lado, el hecho de que alguien que no era mi mamá sabía mi secreto, y por el otro que era el gran premio de mi país, así que ya tenía cierta presión por ser "icono nacional". Hice lo poco porque ambas cosas no afectaran mi desempeño aquel día.
Mis esfuerzos fueron en vano, por sobre pensar todo tuve un choque en la curva cuatro, lo que obviamente provocó mi retirada de la práctica y que debía esperar al término de esta.
Aquella espera fue eterna, los minutos se sentían como horas, me sudaba cada parte del cuerpo, además de sentir un vacío inmenso en mi estómago. Yo solamente escuchaba el radio de Charles, quien también tuvo un choque en aquella curva y a quien también tuvieron que retirar, de hecho otros dos pilotos más tuvieron accidentes en la misma curva por lo que ya no sentía que fuera del todo mi culpa.
Terminando la práctica fui a comer con mi madre en el paddock club, luego de eso tuve una reunión con el equipo, y al terminar me dirigí a mi casa. Le había dado mi dirección a Charles, quien debía llegar a cierta hora si es que quería charlar.
Llegué a mi casa y me di un baño, me puse ropa cómoda, preparé bocadillos y me preparé mentalmente para lo que fuera a suceder.
Justo diez minutos antes de la hora llegó Charles y me saludó, lo invité a pasar y a sentarse, le ofrecí comida y me senté en el sillón frente a él. Suspiré y comencé a hablar.
—Si, bueno, creo que esto debe ser inesperado y bastante peculiar, pero si en realidad soy una mujer y mi nombre de nacimiento es Estella Ferreira— dije con sinceridad. En realidad decir esas palabras fue como quitarse un gran peso de encima.
Él me iba a responder, pero no lo dejé, —Creo que tienes varias preguntas así que intentaré responder la mayoría con lo que pienso decir—
Inicié contándole sobre mis inicios desde el karting, cómo empecé a correr internacionalmente, y más importante lo que me llevó a tomar la decisión de llevar mi doble vida, le dije por qué no se lo dije a nadie y por qué no lo pensaba decir en un buen tiempo.
Se veía bastante sorprendido, además de que hacía bastantes preguntas y al final decidió decirme que era muy valiente y que debía seguir mis pasiones. Lo que claramente era lo que yo estaba haciendo. Además de que me juró que jamás se lo diría a nadie sin preguntarme antes.
Estuvimos un rato más en mi casa viendo alguna película y hablando sobre temas triviales, hasta que decidió irse.
Sinceramente, me sentía mucho mejor después de aquella noche, y me sentía más segura para lo que seguía los siguientes dos días, además de poder concentrarme en conseguir un equipo para las siguientes temporadas.

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I am the Man
FanficI'm so sick of running as fast as I can Wondering if I'd get there quicker If I was a man And I'm so sick of them coming at me again 'Cause if I was a man Then I'd be the man I'd be the man "The Man" Taylor Swift