13.

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 D O S  •  P A L A B R A S

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 D O S  •  P A L A B R A S


— Y nuestro recorrido termina con la escultura de una gazella dorcas, el animal favorito de mi madre, a la cual quiere más que a mi o a mi padre. —y así Theodore dio como finalizado el extenso paseo por los jardines de la mansión.

Annabelle no dejó que su expresión la dejara en evidencia pero se sentía levemente aliviada por el hecho de que el recorrido por fin hubiera terminado. No la estaba pasando mal ni nada parecido, de hecho hacía mucho que no se reía tanto como con los comentarios ingeniosos de Eloise, Regulus y Severus, pero habían estado caminando por casi cuarenta y cinco minutos. Ella tenía la leve sospecha de que su novio había estado extendiendo el paseo para no tener que enfrentarse de nuevo con los indeseados comentarios de sus -indeseados- invitados.

— Preguntas solo al finalizar el recorrido. —aportó Eloise con una sonrisa, quien se encontraba a algunos metros de la pareja junto a los otros dos acompañantes. El resto de los amigos de su novio habían optado por quedarse en el elegante salón junto a sus familias.

Annabelle decidió seguirle el juego. — ¿Y la tienda de souvenirs donde se encuentra?

— Preguntas solo al finalizar el recorrido. —repitió Theodore con una sonrisa.

— Dos habitaciones a la derecha en la tercera planta, justo al lado de un balcón. —respondió Regulus al mismo tiempo y guiñándole el ojo.

— Esa es la habitación de mis padres. —su novio se dio vuelta casi horrorizado.

Todos dejaron escapar una carcajada.

— No le hagas caso, créeme a mi.

— No sé si alguna vez te lo dijeron, que usas el mismo tono de voz que tu hermano cada vez que mientes, lo cual me aterra profundamente. —le respondió Annabelle al menor de los Black.

Regulus se mostró ofendido (y, como Annabelle no lo conocía lo suficiente, no sabía si era de verdad o no) pero Eloise tomó la palabra antes de que pudiera responderle: — ¿Y tú cómo sabes dónde se encuentra la habitación de los padres de Theo?

Los dos muchachos se observaron y negaron con la cabeza.

— Lo que sucedió en el verano se queda en el verano.

— ¡Ni se les ocurra tirar un comentario así y tener la audacia de dejarme con la duda! —jadeó la menor de los Bulstrode mientras Annabelle no podía evitar tentarse de la risa.

— Están por empezar a poner música lenta de nuevo, vayamos a bailar para molestar a mis padres, Ann. —cambio de tema el novio de la joven.

Y así de fácil tiró de su mano y la arrastró hasta el salón de baile.

AMORTENTIA ⋆ james potter.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora