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 C O N F E S I Ó N

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 C O N F E S I Ó N


La mención de su nombre completo acompañada de un tono severo por parte de la madre de su mejor amigo fue todo lo que hizo falta para que varios de los presentes se estremecieran.

— Más te vale tener una explicación.

El vestido que le habían regalado y que muy orgullosamente había seleccionado para asistir al cumpleaños de su pareja ya no parecía tan imponente como cuando apareció en el salón de la familia Fawley. La situación era completamente diferente a la que había vivido horas atrás ya que, a pesar de que se encontraba en un ambiente hostil con gente que le deseaba todo menos salud, Annabelle sentía poseer cierto nivel de poder frente a la madre de Theodore. Si bien ella no soportaba que fuera la pareja de su hijo, éste no le permitiría echarla de la mansión Fawley en su cumpleaños y Annabelle se había aprovechado de esa ventaja.

La situación en la residencia de los Potter era completamente diferente.

Annabelle no tenía poder alguno, mientras que Euphemia parecía crecer en tamaño a cada segundo que pasaba. Se acordó entonces de la primera impresión que tuvo de la madre de James y tuvo un deja vu al sentirse como una niña de once años de nuevo.

Euphemia no volvió a hablar sino que señaló el despacho de su esposo y le abrió la puerta para que pasara. Una vez que ambas se encontraron en el lugar de trabajo de Fleamont, Euphemia cerró la puerta del lugar y selló el sonido con un hechizo.

Con que así se sentía James durante todas las vacaciones...

Nunca había oído a Euphemia hablarle o siquiera mirarla de aquella forma, puesto que siempre era la intermediaria entre ella y su hijo. A los ojos de la mujer, Annabelle siempre había sido un ángel. Y ese pensamiento era aún mayor cuando el objeto de comparación era el cabecilla de los merodeadores.

Solo basto una mirada para que se diera cuenta lo angustiada que se encontraba la mujer.

No era enfado, era preocupación.

A veces no podía entender cómo es que toda la familia de su mejor amigo la consideraba parte de su familia, no le entraba en la cabeza cómo es que esa mujer le tenía tanto aprecio. Ni siquiera su madre se preocupaba tanto por ella, ya que que siempre buscaba excusas de trabajo para no lidiar con los problemas que acarreaba la vida de Annabelle.

Lo primero que hizo la mujer fue estrecharla fuertemente entre sus brazos. Annabelle entendió rápidamente el alivio que sentía la matriarca de los Potter al ver que estaba sana y salva, y correspondió el abrazo con la misma efusividad.

Pero el cariño le duró muy poco, ya que el enfado era más fuerte que el alivio.

— Realmente te voy a dar una oportunidad para explicarte, jovencita. —el tono de voz dejaba en claro que no estaba para ninguna clase de juego o broma.

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⏰ Última actualización: Feb 27, 2023 ⏰

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