02.

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P I N O

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P I N O

Varios meses faltaban para que los TIMOs llegaran, pero tanto Remus como Annie ya habían comenzado con los estudios intensivos. Los otros tres merodeadores se reían de ambos ya que decían que eran unos exagerados, pero a ella no le molestaba. En un futuro, ella y Remus se iban a reír cuando los TIMOs no les alcancen para ser aurores. Como dice el dicho: "El que ríe último ríe mejor."

Cuando Sirius intentó llamar su atención por cuarta vez, decidió levantar la mirada de su pergamino para preguntarle que le sucedía. Remus, por otra parte, no prestó atención a los gestos del pelinegro y siguió con su libro de pociones. La castaña elevó una ceja en dirección al león (algo que sabía que a Sirius le llamaba mucho la atención ya que no era capaz de hacerlo) y dejo sus notas a un lado.

— Dime que quieres, pesado.

Sirius no le contestó, sino que hizo un gesto con la cabeza en dirección a la orilla del lago, donde su mejor amiga se encontraba hablando con James. Si bien la cara de frustración de Lily era ya de por si todo un poema, era muy obvio que su mejor amigo solo estaba irritándola aun más.

Sin poder evitarlo, soltó un suspiro.

Annabelle había sido testigo de cómo la atracción que su amigo tenía por Lily había comenzado el año anterior pero aquel año sus sentimientos se habían intensificado diez veces más. La castaña le había advertido varias veces que la pelirroja no estaba ni un poco interesada en él, pero la terquedad de James muchas veces le ganaba a su sentido común.

Si bien era cierto que su primer encuentro en el tren no había terminado como ella hubiera querido (sus dos amigos se habían encargado de espantarla a ella y a su amigo Severus), las dos féminas habían podido hablar poco tiempo después de la selección de casas. Como si fuera parte de un destino muy caprichoso, ambas compartían habitación, lo cual logró que se convirtieran en grandes amigas. Annabelle varias veces había tocado el tema "Potter" con Lily, más que nada por pedido de él, y ésta siempre había expresado su descontento con el león.

El núcleo del problema, y ambas los sabían, era la rivalidad que tenían los merodeadores y Severus Snape, el mejor amigo de Lily. Hasta que eso no cambiara, y de paso también la actitud presumida de James, su amigo no tendría ninguna posibilidad con Lily. No lo aceptaría nunca, pero saber eso le provocaba un calor en el pecho. Se levantó de su lugar, consciente de que la situación podría ponerse fea si no se metía.

Sirius la llamó, pero no hizo amague por seguirla.

Ya a unos metros, la conversación entre los dos llegó a sus oídos. James estaba intentando invitarla a salir, como era de esperarse, pero se lo encontraba más nervioso que de costumbre. La intriga hizo que volviera a elevar una ceja.

— ... sé que tu familia no tiene magia. —la forma en la que enredaba las palabras hizo que el corazón de Annie diera un vuelco. Era casi ilegal parecer tan adorable. — ¡No es que sea malo no tener magia, no! —se interrumpió, abriendo los ojos. — Quiero decir, o sea... Creo que tus padres les gustaría ver un árbol mágico.

AMORTENTIA ⋆ james potter.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora