Un Cuento

22 0 0
                                    

- Abi - que era como le decía Bernard a Abigail - sabias que a Roulsh le encantan la mitología, las leyendas e historias antiguas, ella quiere ser... - hizo una pausa para que Roulsh le respondiera

- Arqueóloga con énfasis en estudio social y cultural, que es el estudio de todas esas civilizaciones milenarias y todo lo relacionado con sus formas de organizarse y entre ellas la mitología, las leyendas y las formas de pensar el mundo - dijo Roulsh con mucha apropiación

- si eso mismo... por lo que en el camino veníamos hablando de la leyenda de la isla de las sirenas, estaba realmente entusiasmada, pero yo no pude darle demasiada información - dijo Bernard - pero yo le dije que tu si sabias más de ello -

- bueno no es que sepa mucho en realidad, solo te puedo decir que esa isla, que es donde está el faro, es supuestamente el hogar de las sirenas, deberíamos ir a verlo es muy lindo aprovechando que estamos en primavera y el mar está más tranquilo - dijo Abigail - pero tienes que arreglar el bote Cristofer -

- claro que si - respondió Cristofer

- como te decía, esa isla se llama Neck, que en si estaría mal, no se quien le puso ese nombre, porque ese nombre significa sirenas, en el antiguo lenguaje Escandinavo, pero en fin así se llama ese lugar. En él hay un faro en una pequeña torre, pero muchos viajantes dicen que allí viven las sirenas -

- ¿viajantes?, te refieres a los marineros - dijo Roulsh muy concentrada

- no en realidad, aquí la leyenda es algo diferente, los viajantes se refieren a personas muertas - dijo Abigail

- ¿muertas?, ¿cómo así? -

- se supone que ellas, las sirenas, son seres que se encargan de llevar el alma de aquellos que mueren, de llevarlas para que estas sean juzgadas; a muchos les agrada la idea, pero a otros no tanto, entenderás que todos somos diferentes - hizo un gesto señalándolos a todos - pero el caso es que las sirenas a través de su canto llaman a los viajante cuando les ha... o más bien nos ha llegado la hora- corrigió Abigail

- ¿cómo así se llevan los cuerpos? - interrumpió Roulsh

- no en realidad no, se supone que todos debemos morir es la ley de la vida, entonces ellas se encargan de llamarnos cuando es el momento, con su canto llaman el alma de los mortales y ellas, las almas, nuestras almas, dejan el cuerpo cuando su tiempo a terminado - dijo Abigail con naturalidad - pero hay a quienes que no les gusta porque ellas se han llevado niños y jóvenes, cuando se supone que no han vivido nada -

- espera, es decir ¿qué ellas son como las parcas de la mitología griega? - dijo Roulsh meneando la cabeza para comprender un poco

- exacto, incluso hay quienes dicen que tienen el hilo de la vida y esas cosas... a mi pensar son seres que cumplen con su deber, es algo triste porque si lo piensas son seres que traen la muerte - dijo Abigail en tono de consideración - incluso cuenta la leyenda que ellas eran humanas en algún tiempo y que fueron castigadas para ejercer este papel -

- ¿por quién? - dijo Roulsh consternada

- Hati, el Dios Luna - dijo Abigail continuando su relato - se supone que el las castigo por algo, pero no recuerdo bien, en estos días te llevare a donde una amiga que conoce más de cerca la historia -

- ¿más de cerca? - pregunto Declan, a quien le estaba empezando a llamar la atención dicha historia

- sí, ella murió hace años y dijo que ella lo único que escuchaba era el canto de las sirenas, en vez de ser un túnel como cuentan otros, ella veía un mar de niebla por el que podía caminar libremente y al fondo veía bailar a tres sirenas, mientras que con su canto la llamaban, pero dice ella que algo paso y volvió a la vida - dijo Abigail con mucha credibilidad

Entre Destinos y SilenciosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora