Algo Extraño

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Declan continuo contemplando el mar y empezó a sentir que ese sentimiento de atracción se iba o más bien se convertía en paz, por lo que quedo muy complacido y pensó que tan solo había sido un largo viaje, aunque empezó a recordar el sueño que tuvo en el auto, era algo parecido a ese lugar, era ese paisaje y esas mismas pequeñas flores moradas y él se encontraba caminando, cuando encontró un anillo muy peculiar, tenía una perla azul en el centro que parecía cambiar de color, la rodeaba una figura, como de una sirena, por dentro tenía unas espirales, como un tejido, el anillo en si era muy grande, por lo que comprendió que no solo podía ser un anillo, aunque tenía forma de tal, la abrazadera del anillo tenía forma de un hacha o algo similar que daban justo cuando llegaba a las curvas de la sirena, era en realidad muy raro y mucha más raro era el sueño que tuvo, en ese momento volvió en sí, antes de que toda la familia se diera cuenta de que se había perdido en sus recuerdos.

Cuando terminaron de compartir las pequeñas onces ya eran cerca de las 7 de la tarde, por lo que Bernard les dijo que lo más prudente era terminar de acomodar la ropa, porque todo lo del camión ya se había bajado y así cada uno se podía dar una ducha, para que fueran a la casa pues la cena estaba para las ocho. Así que Samantha le dijo a Roulsh donde iban a estar las habitaciones para que ella le contara a Declan, mientras que ella se bañaba.

- Declan, ven conmigo - le dijo Roulsh

- Voy, estoy terminando de dejar esto aquí - dijo Declan en la planta baja de la casa, que era mucho más hermosa por dentro de lo que nadie se imaginaba

Al entrar en la casa lo primero que había era una sala grande con una chimenea hermosa en piedra de mar, al continuar al fondo, estaba la cocina con un mesón en el centro, a los lados se encontraban todo lo demás, nevera, estufa y la alacena. Al mirar al fondo había otro cuarto al cual Samantha le dio la utilidad de almacén y centro de artesanías, que lo llamaba así, por no decirle taller; pues allí era donde iba a hacer sus artesanías junto a Cristofer, en medio de la habitación de artesanías y la cocina había una puerta que comunicaba al patio trasero, en donde se encontraba un lavadero, que más bien parecía una gran pecera y un mesa con unas sillas donde habían comido la merienda preparada por Samantha y Roulsh.

La planta de arriba, constaba de cinco alcobas, la alcoba nupcial tenía su propio baño, que más bien parecía un pequeño sauna, tenía grandes ventanales que daban justo a la entrada de la casa, dicha habitación seria la alcoba de Cristofer y Samantha, la cual ya tenía una cama doble que era de su madre. Al lado de esta habitación se encontraba otra un poco más pequeña, pero igual de hermosa, tenía dos grandes ventanas una daba a la entrada de la casa y la otra al costado derecho, quedando enfrente de un gran árbol con un columpió en ella y en medio el camino que conducía a la playa, dicha ventana era de la habitacion que sería la habitación de Roulsh, quien lo quiso así.

Al otro lado de la alcoba nupcial se encontraba la habitación de huéspedes, tenía dos camas y era más grande que la habitación que había escogido Roulsh, pero la vista no era tan hermosa, pues los ventanales solo daban a la entrada principal y al camino que comunicaba hacia la casa de los tíos de Declan. Justo al frente de la alcoba nupcial se encontraba otra habitación que Samantha había dispuesto como biblioteca, pero además de ello, en ella había colocado el piano de Declan, pues esta habitación tenía un acceso directo a la habitación contigua, la cual sería de Declan, ambas habitaciones daban al mar y la vista era realmente maravillosa.

Además de esto en medio de la habitación de huéspedes y la biblioteca había una puerta que comunicaba con el ático, en donde habían quedado los recuerdos más preciados de la madre de Samantha, Imelda. El segundo baño, el baño social quedaba en medio de la habitación de Declan y Roulsh.

- Dime- dijo Declan mientras subía al segundo piso por primera vez, desde que habían llegado a la casa, totalmente asombrado por los cambios tan grandes - que pasa Roulsh-

Entre Destinos y SilenciosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora