Primeras Palabras

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Cuando Declan logro ver que Nyla paraba justo enfrente del almacén y miraba muy concentrada el nombre del mismo, se sintió con la excusa perfecta.

- buenas tardes, ¿te puedo ayudar en algo? - dijo Declan pasándose al frente de Nyla, poniéndola entre la puerta y el, por si volvía a escapar

- mmm... buenas tardes - dijo Nyla al fin soltando un gran respiro - sí, ¿tú eres el que arregla violines? -

- no, es mi padre, pero yo atiendo el almacén, ¿Por qué, necesitas algo? - dijo Declan haciendo que ella se corriera un poco para el poder abrir.

- sí, la verdad es que... se me daño un violín y no sé si me lo puedas arreglar, o bueno tu padre - dijo Nyla mientras entraba

- ¿lo traes? - dijo Declan mirándola directamente a los ojos, muy fijamente.

- no, como ves - dijo Nyla alzando los brazos y mirando al piso, tenía puesto una falda larga ajustada a su prominente cadera y una camisa que se alzaba cada vez que ella alzaba los brazos, era ajustada a su delgada figura, con un escote en V que hacia resaltar más su pecho, pero que al tiempo ocultaba con su cabello liso y negro.

- pues veras, si no tenemos el violín no podemos arreglarlo - dijo Declan acomodándose en una silla, pero sin quitarle los ojos de encima - ¿te puedo hacer una pregunta?- aunque en realidad tenía miles, como había conseguido el anillo, ¿sus ojos cafés con destellos verdes eran reales? ¿Porque se veía tan triste? Y muchas más, pero no podía hacérselas.

- si dime, aunque se cual será - dijo ella mientras se acomodaba en el mostrador

- ¿eres clarividente? - dijo Declan

- a no, me equivoque, si esa es tu pregunta, no, no lo soy - dijo mientras sonreía y Declan pudo ver que el verde de sus ojos desaparecía.

- no, esa no es la pregunta - Declan bajo la mirada sin saber cómo preguntar - ¿porque saliste corriendo ayer?, no me diste tiempo de presentarme -

- mucho gusto Nyla... Morta Nox, así me dice mi mama y ¿tu nombre es? - dijo ella al tiempo que le daba la mano, por lo que Declan se la tomo y le sonrió, cuando se tocaron, sintieron una gran energía entre ellos que los hizo soltarse - ahu! - , dijo ella - moviendo la mano - si hubiera sabido que tenías una de esas trampas no te la hubiera dado -

- no pero no he tenido nada - dijo Declan mientras movía la mano con fuerza - pero igual es un gusto conocerte, ¿Morta? o ¿Nyla? - dijo él

- Llámame Nyla, ese me gusta más - dijo ella

- es tu primer o segundo nombre - dijo Declan

- solo es el nombre que me gusta y ¿cuál es tu pregunta? - dijo Nyla cambiando rápidamente de tema.

- Ah sí, ¿porque saliste corriendo ayer? ¿Te hice algo? - dijo Declan muy preocupado.

- ¿tu?, no para nada - mintió Nyla - es que mi presentación es en tres días y pues no tengo violín y me dio mucha rabia que el estúpido de Steve no fuera capaz de tener un violín de reserva, además mi violín se dañó y muy feo... y no sé si tenga arreglo y eso me puso como mal - volvió a mentir Nyla paseándose por el almacén.

- pero todo tiene solución, el estúpido, que es mi primo de seguro no lo hizo con mala intención - dijo Declan al tiempo que Nyla se sonrojaba - es muy difícil cuadrar que todo salga bien, y si quieres pues tráeme tu violín lo mas rápido posible para arreglarlo ¿te parece? - le dijo Declan buscándola entre los instrumentos.

- lo siento no sabía que era tu primo, pero es que a veces me exaspera y pues a tu propuesta claro que traeré el violín, pero hoy no puedo, ¿te lo puedo dejar mañana temprano? - dijo Nyla tocando unas teclas de un piano.

- claro, cuando quieres puedes venir y pues en realidad tengo otra propuesta - dijo Declan asombrado de cómo era que había podido decir tal cosa, pues él no era así, lo único que sabia es que debía ver más seguido a esta chica, incluso Nyla se dio cuenta que lo voltio a mirar con mucha curiosidad, mientras se sentaba al frente del piano.

- ¿te gustaría salir conmigo? No sé ¿a comer algo? - dijo Declan sentándose en el piano junto a ella

En ese momento Nyla, sonrió y sus ojos eran de color miel, muy hermosos que junto con su delineador le hacían resaltar más su mirada de alegría.

- no lo sé, creo que no puedo - dijo al tiempo que sus ojos otra vez le salían destellos verdes como de tristeza.

Declan quería insistir, pero vio que ella se concentraba en tratar de tocar el piano - tocas - le pregunto el

- no en realidad no, es un instrumento muy bello, pero lo mío es el violín - dijo ella mostrando la cicatriz que deja este instrumento al usarlo con constancia.

- veo - dijo Declan - te gustaría... - fue interrumpido por la campana de la entrada del almacén, seguida por una voz que decía buenas

- tengo que... - dijo Declan parándose del piano

- oh, sí claro ve, yo me voy ya - dijo Nyla cerrando el piano.

- a la orden, que se le ofrece - dijo Declan

Nyla salió de allí diciéndole adiós con la mano a lo que Declan respondió, diciéndole o más bien implorándole que pensara lo de la salida a comer, por lo que ella sonrió sin dejar paso a una ilusión de un posible sí.

Entre Destinos y SilenciosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora