En la Posada

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Por otro lado Nyla, estaba en su cuarto, en el de la posada, ya llegada la noche, recordando los fuertes brazos de Declan, su olor y su calor, al mismo tiempo que quería olvidarlo, se decía a si misma esto no puede ser, no puedo seguir pensando en él o esperar y anhelar por verlo.

Cuando de pronto escucho aquella melodía que se desprendía casi mágicamente de un piano, pero ¿cómo era posible si estaba en tierra?, así que le pregunto a sus hermanas si ellas también lo oían, quienes la miraron como si estuviera loca, que te pasa le decían, por lo que ello solo la confundió mas, pensaba que quizás era el anhelo que sentía por escuchar un poco más de aquella música, pero al tiempo sabía que no era así.

- ven con nosotras mañana, vamos a nadar, debes dejar de aislarte - le dijo por primera vez con mucha compasión Nona.

- sí, voy con ustedes - dijo Nyla - por ahora voy a descansar - se fue a su cuarto sin entender porque ese ruido lo podía escuchar solo ella, era leve pero muy presente, incluso se pudo percatar que era diferente al de la noche anterior, era una tierna melodía, como si fuera para ella, como si la tocaran para ella, pero no, eso no era posible, quien iba a tocar para ella y mucho menos un piano; además era un ruido que solo oía ella, ni siquiera se explicó porque pensó en Declan; pero aun así decidió irse a acostar y dormirse en la dulces, alentadoras y tiernas melodías.

Entre Destinos y SilenciosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora