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Han pasado un par de días desde que me besé con Loki y no nos hemos visto mucho:

Odín nos ha puesto más clases porque es nuestro último año de aprendizaje antes de ser guerreros y exige que seamos los mejores de la promoción, Loki no coincide conmigo en casi ninguna clase pero en cambio parece hecho a posta que la mayor parte de mis clases sean con Thor, pero eso al menos por hoy va a cambiar.

Tiré del brazo del pelinegro cuando pasaba por un escondrijo y tras comprobar que no nos viese nadie le sonreí, tranquilizando la cara de susto que tenía.

—¿Qué te parece si nos escapamos? Solo un rato, echo de menos galopar por el bosque, o andar, pero lejos de palacio.

—Astridr si nos pillan estaremos castigados durante mucho tiempo, lo sabes ¿no?

—Yo asumo la responsabilidad de todo pero sácame de aquí por favor.

Loki sonrió de oreja a oreja y me agarró de la mano corriendo hacia las cuadras, parecía que se sabía el camino perfecto para esquivar los guardias. Ensillamos lo más rápido que pudimos los caballos y aprovechamos el descanso de los vigilantes de la salida para galopar lejos entre los puentes que llevaban hacia los bosques de las montañas. Solté las riendas poniendo los brazos en cruz y chillé de la alegría, disfrutando del viento que agitaba mi pelo y de la libertad que ello suponía. Loki me hizo una señal para que le siguiese y me guio más despacio por senderos estrechos hasta unas termales a las que solía ir de niña. Era una grieta en la montaña por la que caía una pequeña cascada de agua caliente, tras formar la pequeña pero profunda poza el agua empezaba a fluir en forma de riachuelo.

—Es el sitio perfecto para estar Loki, muy bien pensado y gracias...

—No tienes que darlas. ¿A qué esperamos? Vamos a darnos un baño.

Sonreí y esperé paciente a que se diese la vuelta como hace cuando me voy a desnudar, pero esta vez se quedó mirando, como disfrutando el momento.

—¿Qué ha pasado con tu tabú de cuerpos desnudos?

—Creo que ya no me importa.

Levanté las cejas sonriente y me empecé a desnudar bajo su atenta mirada, cuando empecé a quitarme la camisa vi claramente cómo se mordía el labio lo cual me dio confianza en mí misma. Me metí al agua lentamente ya desnuda y volví la vista hacia atrás una vez dentro esperando que Loki siguiese mis pasos, pero seguía vestido y pensativo mirándome.

—¿Qué pasa cuernitos, tienes vergüenza de que te vea desnudo?

Me hizo burla sacándome la lengua y empezó a desnudarse él también, yo le di la espalda dándole intimidad para desnudarse y meterse en el agua, sentándose a mi lado. Le di un beso en la mejilla y nadé hacia la zona profunda mientras él me seguía. Intenté mantenerme a flote un rato pero me cansé, a si que volví al escalón donde estábamos sentados mientras el pelinegro se reía.

—¿Segura que eres asgardiana y no un pequeño ratón, sötnos?

—Muy gracioso Loki. Me sacas casi dos cabezas de diferencia, creo que es normal que no llegue al fondo comparado contigo.

Me cogió en brazos haciendo que lo abrazase con las piernas y me llevó hacia donde cubre con él. Sonreímos juntos y me salió solo el besarle, lo que le dejó en shock y se separó sin soltarme.

—Lo siento... Es que sentía que tenía que hacerlo y...

No pude terminar la frase porque me la interrumpió con un tierno beso, que poco a poco se fue haciendo más apasionad cuando le seguí. Las manos de Loki se colocaron en mi trasero con cuidado y a medida que cogía confianza fue agarrándolas, solté un ligero gemido en consecuencia lo que hizo que parase y me mirase preocupado.

 —Loki sigue...

—Pero... ¿qué ha sido ese ruido que has hecho? -suspiré.

—Un gemido, me estaba gustando lo que estabas haciendo...

Miré al cielo y me di cuenta de que se estaba nublando, lo que significaba lluvia porque Thor estaba practicando con Mjölnir, Loki también se dio cuenta a si que salimos vistiéndonos rápido y pusimos rumbo a palacio para llegar lo antes posible a refugio de la tormenta. El estómago me dio un vuelco cuando vi que dos guardias nos esperaban en la entrada de las cuadras, pero Loki me miró tranquilamente y cogió mis riendas.

—Tranquila, no te ven, he creado una ilusión -llegamos donde ellos y nos pararon-. He salido a buscar este caballo, se desbocó cuando le puse la montura.

—¿Y la señorita Gerdsdóttir?

—¿Cree que me importa dónde esté?

Me gustaba esa actitud imponente de Loki, era como... más maduro. Entramos por fin en los establos, dejamos los caballos y nos despedimos rápidamente con la mano para dividirnos y que no sospechasen que estábamos juntos saltándonos las normas.

(...)

Me desperté con Loki mirándome desde el sillón, parecía enfadado, más bien furioso, me levanté y me coloqué a su frente. Le acaricié el pelo y me senté en el reposabrazos mirándole, él me abrazó con un brazo por la cintura y miró hacia otro lado.

—¿Qué te pasa cielo de noche despejada?

—No es nada importante, son asuntos privados. Mirarte me tranquiliza, pero ahora mismo solo siento ira al hacerlo.

—Bueno, cuéntamelo e igual podemos solucionarlo -suspiró.

—Padre me ha prohibido verte, se ha enterado de nuestra escapada y ahora está convencido de que estoy separándote de tu destino. Me da rabia que a Thor no le castigue por mentir cuando también le engañó ese día, es lo que tiene ser el favorito. Pero no te preocupes Atti, pronto todo esto pasará.

—¿A qué te refieres?

—Odín se hace mayor y tendrá que elegir a un sucesor del trono, y en cuanto me elija podré gobernar justamente, junto a ti.

Suspiré y me levanté hacia el baño para peinarme, me hice tres trenzas. Loki se apoyó en la pared mirándome curioso.

—Cuando te dejes el pelo largo te haré trenzas como las que me hago, estarías guapísimo -sonrió.

—Solo por ti lo haré, y porque me gusta que juegues con mi pelo.

Terminé mis trenzas y le abracé por los hombros, él me abrazó por la cintura y nos miramos a los ojos por unos instantes.

—Sabes que esto no va a salir bien, ¿no? Ni si quiera sabemos qué hacemos juntos -le dije.

—Bueno, somos felices, eso es lo importante.

Le di un pequeño beso en la mejilla y me fui a cambiar de ropa mientras él me miraba atentamente, quería poner a prueba su límite de confianza. Al quedarme solo en camiseta le miré, estaba sentado en la cama cómodamente mirándome mientras se mordía el labio. Lentamente me quité la camisa, y al volver a verle tras habérmela quitado me encontré al pelinegro pegado a mi, mirando cada detalle de mi cuerpo y evitando la tentación de tocarme. Sonreí y me mordí el labio, señal que usó para poner sus manos en mi cadera.

Retrocedimos hasta que me topé con la puerta de mi vestidor. Le abracé por el cuello, notaba su respiración en mi cuello haciendo que mi piel se erizase. Sus manos bailaban indecisas por mi cadera, sus labios rozaban mi hombro, su respiración se entrecortó unos instantes. Me apretó ligeramente la cintura y se separó luchando contra sus impulsos, con los ojos cerrados, como si el simple hecho de mirarme le hiciese perder el control, estaba dejándose llevar más y me encantaba.

—Vístete antes de que me arrepienta...

Le hice caso, me puse un vestido azul cielo y al salir me miró impresionado.

—Deberíamos ir a desayunar cuernitos.

—Sí, vamos.

(...)

Princess of Asgard (Fanfic de Loki)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora