Habían pasado un par de semanas, la guerra estaba a favor de las tropas asgardianas pero como ya esperaba no llegaron noticias de mis padres, lo que significaba que habían fallecido. No me sentía triste, podría decirse incluso que no sentía nada, era como si de verdad me rodease una coraza que impedía que los sentimientos saliesen y entrasen. Estas dos semanas he estado únicamente con Thor porque Loki estaba recluido en sus propios pensamientos y parecía evitarnos en los pasillos. Sabía que Frigga estaba buscándoles pareja a los hermanos por si debieran ascender al trono porque Thor me contaba sus citas horribles, él solo tenía ojos para el trono y la guerra, y según me dijo el rubio Loki parecía boicotear sus citas. Aunque fuesen fantásticas, acababa rechazando a todas por razones estúpidas.
Me asomé a mi balcón pensando en mis cosas y vi a Loki con su cita en el jardín. He de admitir que ella llegaba al nivel de hermosura del moreno, y en parte me daba envidia que estuviese pasado tiempo con ella, parecían felices. Loki me miró un segundo y yo aparté la mirada rápido, volviendo a mirar para ver a Loki sonreír por lo que acababa de hacer y recibiendo un pequeño saludo de su parte. Me sentí avergonzada pero feliz de que hubiese decidido hacer una señal de que aún existía para él y no me ignoraba del todo. Volví al cuarto a leer para matar las horas que tenía a solas hasta que el moreno entró un rato después de haberme terminado el segundo capítulo de mi libro.
—¿Y bien, qué tal ha ido? -le miré expectante.
—No es mi tipo, creo que tengo las expectativas muy altas o un prototipo muy específico.
—Bueno, yo me alegro de que hayas decidido dejar de ignorarme, empezaba a echar un poco de menos tu fealdad -me reí.
—Yo no echaba de menos tu fealdad, pero sí tener como mascota un ratón.
Nos reímos y aparté un mechón de mi cara mirándole a los ojos.
—Cuéntame detalles, quiero saber qué les falla a esas hermosas damas como para no estar a la altura del gran hijo de Odín.
—La dama con la que estaba ahora era muy bella, he de admitirlo, pero le faltaba algo que no he encontrado en ninguna, no me da la sensación que busco, y tampoco sé exactamente qué sensación es.
—Entonces deberías concentrarte en saber qué debes sentir antes de rechazar a todas las asgardianas.
Me sonrió de vuelta y se rascó la nuca mirando el suelo como si esperase algo, me hacía gracia verle hacer eso en el halo de la puerta.
—Vas a entrar, te vas a quedar en la puerta, te vas... ¿Qué quieres hacer?
—Sí, lo siento, ya me voy. Por cierto, creo que Thor se va a ir una temporada a Midgard con los tres guerreros y Sif para no se qué.
—Lo sé, me tocará estar sola otra semana más mientras todos festejan por los siete reinos ya que no puedo salir de palacio.
—¿Y si tú y yo organizamos nuestra propia fiesta? Será privada, solo para personas dignas -entró a mi cuarto cerrando la puerta-, y como nadie está a nuestra altura la celebraremos entre nosotros. Y beberemos hidromiel de Odín, cantaremos alrededor de una hoguera porque será en nuestro sitio para poder hacer ruido sin molestar y obviamente tendremos que vestir para la ocasión, a si que ponte guapa lady Astridr que vamos a ser los reyes de la velada.
Sonreí emocionada.
—Entonces a qué esperamos, tú deberías ir a Midgard a por algo especial para la velada y yo me encargaré de decorar la cabaña con cada detalle y de tomar prestado un poco de hidromiel de Odín.
Quedamos en encontrarnos al anochecer en la cabaña y nos despedimos en el pasillo porque íbamos cada uno en direcciones contrarias. Intenté ser lo más invisible que pude para entrar en la bodega real y llevarme unas cuantas botellas de hidromiel, pero claro, las botellas chocaban entre ellas y sonaban bastante, a si que tuve que hacer varios viajes con dos botellas hasta tener unas seis. Después de eso cogí leña suficiente para aguantar una hoguera toda la noche e hice una zona en el exterior donde no pudiese extenderse el fuego colocando un par de troncos para sentarnos en caso de agotarnos. Vi que empezaba a caer el sol a si que corrí a palacio a vestirme elegante como me dijo Loki, por el camino decidí ir a juego con el pelinegro y me puse un vestido verde que en la parte del pecho hacía una cruz, uniéndose con la falda en la cintura. lo combiné con una corona de flores dorada, me miré orgullosa en el espejo por lo guapa que iba. No quise ponerme zapatos a si que corrí descalza hacia la caseta porque ya se estaba haciendo de noche y sentía que llegaba tarde.
Loki me esperaba con un pequeño ramo de margaritas y lavanda sonriendo, vestido con un traje negro entero y con el casco con los dos cuernos. Hicimos una reverencia para saludarnos y me dio el ramo.
—He traído un par de cosas de Midgard, como un reproductor de música y unas cosas que creo que se llaman bengalas, hay unas que sueltan chispas y otras que sueltan humo de colores.
—¡Genial, vamos a empezar ya!
Encendimos la hoguera, Loki puso la música con el extraño artefacto y bebimos hidromiel mientras nos movíamos al ritmo de la música. Me lo estaba pasando genial con el pelinegro, hizo que olvidase todo lo malo que pasaba por mi mente. Decidí sentarme un rato porque el alcohol empezaba a afectarme, Loki cambió a una canción que me sonaba pero no llegaba a recordar y empezó a cantarla. Le acompañé con palmas y cantando las partes que se repetían hasta que él siseó para hacer silencio.
—I stormsvarte fjell jeg vandrer alene. Over isbreen tar jeg meg frem. I eplehagen står møyen den vene og synger: "når kommer du hjem? -hubo un pequeño silencio y volvimos a las palmas cantando juntos-. Men trærne danser og fossene stanser når hun synger, hun synger "kom hjem". Men trærne danser og fossene stanser, when she sings, she sings "come home", when she sings, she sings "come home".
—¡Bravo! Cantas genial Loki, me ha encantado.
—Gracias bella dama -se terminó la botella y la tiró contra el suelo-. ¡Otra!
Me reí y encendí un par de bengalas que sueltan chispas, era precioso. Las luciérnagas decidieron iluminar también el claro, y nosotros nos sentamos cerca de la hoguera disfrutando de los palos de chispas y calentándonos porque empezaba a hacer frío y viento.
—Deberíamos entrar en la cabaña y encender las antorchas, a parte de taparnos con mantas porque no es que lleve mucho abrigo.
—Vas muy guapa pero deberías haber elegido algo más tapado -se quitó la chaqueta y me la puso-. Ahora vamos a entrar antes de que te congeles.
Entramos después de apagar bien las ascuas de la hoguera y coloqué de vuelta en la sala principal el sofá mientras Loki encendía las antorchas y cerraba las ventanas que quedaban abiertas. Le devolví la chaqueta y me tapé con una manta subiendo a la cama.
—¿Te importa si me quito el vestido para dormir? Es bonito pero dormir con él es incómodo.
Loki se encogió de hombros, se le notaba borracho porque le estaba costando subir a la cama.
—Quiero que te lo quites, pero no para dormir.
Sonreí, admito que yo también iba un poco perjudicada por el alcohol, pero me hacía gracia el atrevimiento del pelinegro.
—Loki, a dormir, vamos borrachos y mañana igual nos arrepentimos o peor aún, no nos acordamos de nada.
—Astridr, quiero hacerte mía -se acercó quedando a centímetros de mí, acorralándome contra la cama-. Vamos, los dos queremos.
Le empujé quitándolo de encima y me tapé con la manta sin quitarme el vestido.
—Buenas noches Loki, duerme.
No hubo respuestas porque ya se había quedado dormido...
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Princess of Asgard (Fanfic de Loki)
FanfictionLoki encontró a una dama espiando sus entrenamientos, Astridr era su nombre. Ella no esperaba todo lo que eso supondría, pero toda buena historia tiene su comienzo y conflicto...