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Salí de mi habitación directa hacia la bodega, era mi rutina después de desfogarme con algún soldado o sirviente de palacio. Tras llevarme hidromiel suficiente para aguantar todo el día con ayuda de alguno de los comentados llegábamos a mi cuarto y les agradecía bebiendo con ellos, despejando mi mente, y lo siguiente que recuerdo solo es placer, sudor, más bebida y unos ojos verdes mirándome mientras llegaba al orgasmo.

Antes encontraba consuelo solo en el sexo, pero después de una semana me di cuenta de que en cuanto los echaba de mis aposentos mi mente se volvía un pozo negro de recuerdos. Por eso bebo Hidromiel, me ayuda a olvidar cuando no puedo hacerlo de otra forma.

Tras despedirme del doncello corrí al baño a vomitar porque la hidromiel empezaba a afectarme, lo que no me frenó a seguir bebiendo sentada dentro de la bañera mientras el grifo dejaba caer agua desde el techo sobre mí, como una lluvia relajante. Empecé a llorar mientras bebía y chillé de la rabia, tirando la botella de hidromiel ahora vacía contra la puerta y abrazándome las rodillas.

Alguien que no llegué a ver porque todo me daba vueltas me sacó de la bañera y me quitó la ropa mojada. Sonreí e intenté enfocar la mirada en la sombra negra que me llevaba hacia mi cama.

—¿No crees que voy muy borracha como para que lo hagamos?... Igual no verte mucho me pone más.

La persona suspiró y me tumbó en la cama poniéndome una camisa mía y tapándome. Me intenté incorporar pero los mareos eran muy fuertes.

—No sé quien eres pero -me dió el hipo- deberías saber que no te veo y que me mareo mucho, voy a vomitar.

Me levanté como pude con esa persona siguiéndome y paré antes de llegar a la puerta del baño. Me di la vuelta y pude ver un brillo verde, agarré el colgante que me regaló Loki, que nunca me quitaba y me desmayé.

(...)

Me desperté al día siguiente con el desayuno servido, con remedios para el dolor de cabeza (los cuales necesitaba) y sin acordarme de nada de lo pasado ayer. Me levanté tras tomarme la infusión para el dolor y me dirigí hacia la puerta, al abrirla arrastré a un soldado dentro de mi cuarto pero él puso expresión de miedo y salió pegando un portazo, lo que me sorprendió. Al darme la vuelta encontré a Loki jugando con sus dagas apoyado en mi cama.

—¿Qué haces aquí?

—¿Y tú? ¿Por qué pasan más hombres con bebida por este cuarto que por el salón de ceremonias? Desayuna.

—No, Loki sal de mi cuarto, no quiero verte.

—Desayuna o haré que desayunes.

Se empezó a acercar a mí lentamente.

—¿Crees que puedes intimidarme?

—No quiero hacerlo, pero no me dejas opción, estás arruinando tu vida Astridr. Desayuna, segundo aviso.

—Yo no me estoy arruinando nada, hago cosas que me gustan que es tener sexo y beber.

—¿Ah si? Pues no parecías muy feliz cuando reventaste la botella contra la puerta del baño, tampoco cuando te desmayaste en mis brazos de lo borracha que ibas. Desayuna, último aviso.

—Suelta las dagas, o llévatelas, mejor, así no tendré recuerdos tuyos, y toma -me quité el colgante y se lo lancé- para que se lo des a una de tus nuevas zorras.

—Vale, se acabó.

Loki tiró las dagas y me cogió sobre sus hombros mientras yo pataleaba y gritaba. Me sentó en mi sillón y con un movimiento de manos me ató a él. Yo me intentaba resistir mientras Loki se esforzaba por darme algo de desayunar, sin conseguirlo.

—¡ASTRIDR HAZME EL FAVOR DE DEJAR QUE ME PREOCUPE POR TI!

Paré de moverme en seco y le miré enfadada, lo que hizo que dejase de intentar darme comida.

—¿A caso te has parado a preguntarme que tal estoy? Has hecho que odie todo lo que me enseñaste a amar, eras mi todo y ahora me llenaste de tristeza. Algunos días me paro a pensar en las cosas buenas que has hecho por mi, pero ahora mismo por mi cabeza solo pasan tus celos, tu ira acumulada, tu traición... A si que no me hagas perder más el tiempo en ti, ¡solo déjame en paz! ¡Vete, sal de mi vida y déjame ser feliz en algún momento! ¡Odio acostarme con otros y que no sean tú, me siento horrible cuando digo tu nombre! Por eso bebo, para ver si te puedo olvidar de una vez, porque ahora no te puedo tener.

—Sötnos...

—Por última vez Loki, sal de mi cuarto, vete y déjame vivir en paz.

Suspiró, me desató con un movimiento de mano mientras se iba hacia la puerta y me miró triste antes de salir definitivamente de mi habitación. Suspiré pesadamente también y me llevé las manos a la cabeza. Comí un poco de lo que el pelinegro me trajo y estuve la tarde arreglando la cuadra en la que se había convertido mi aposento. Tiré lo que me quedaba de hidromiel y recogí bien toda la ropa, tras lo que me tumbé en el suelo porque me empezaba a dar asco la cama y todo lo que había hecho en ella.

Me sentía mal por todo lo pasado y tenía que haberme abierto los ojos el mismo que causó todo esto, increíble. Llamaron a la puerta y la abrieron con muchísimo cuidado, supuse correctamente que era Frigga.

—Astridr querida... ¿te encuentras bien? Llevo varios días preocupada por ti, Loki me ha contado todo, está muy preocupado y asustado, y que no tengas a Thor para hacerte compañía no nos da confianza. Me ha contado también lo que acaba de pasar...

—Frigga, me traicionó, yo lo amaba -las lágrimas empezaron a hacerse visibles-. Y yo fui tan tonta de no darme cuenta de la realidad que tuvo que abrirme los ojos mi mejor amigo en un descuido de ellos mismos. Me siento aún más tonta por haber pensado que de verdad podría llegar a amarme sinceramente, ¿qué me hacía pensar que de verdad me vería diferente a todas las chicas que ha rechazado?

Frigga se sentó en el suelo y me abrazó dándome pequeñas caricias, lo que hizo que me derrumbase del todo.

—Todo se puede solucionar pequeña... veremos qué podemos hacer.

—N-no, ya no tiene solución... se junta con otras chicas y yo le he tratado fatal solo porque estaba confundido por mi culpa, le he hecho mucho daño al igual que él a mí y me merezco estar así.

—No Astridr, ya verás que pronto todo mejorará. Yo haré lo que pueda por hacerlo.

—¿Podrías hacer que alguien vuelva a querer a alguien? ¿O convencer al mismísimo dios de dioses de que me deje salir de palacio sin tener que llevar un ejército a mis espaldas? O mejor aún, ¿puedes viajar en el tiempo para evitar que conozca a Loki y me ahorre todo este sufrimiento?

Me levanté secándome las lágrimas y salí corriendo por la puerta, necesitaba desaparecer por un tiempo de palacio.

(...)

Princess of Asgard (Fanfic de Loki)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora