Capítulo 2 - Reunión

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Y ahi estaba yo en mi habitación con mi mejor amiga Lissy, hablando con ella sobre todo lo que estaba pasando. Ella solo trataba de hacerme razonar pero la verdad yo no era una persona muy fácil de convencer.

Si, lo sé, es lo que mi abuelo le heredo a mi madre pero no tiene sentido que de un momento a otro quiera pelear por ellos —yo solo la miraba fijamente, queriendo que me entendiera— Quizás ella quiere verlo y hablar del pasado, ¿has pensado en eso? —olvidaba que era una tonta con respecto a razonar—

Lissy siguió hablando y lo único que yo hacia era pensar. Bram siempre veía por nosotros y trataba de no dejarnos cometer errores, sabia como hacernos sentir mejor, como si pudiera leernos. Cada vez que él se sentía ansioso, siempre se recostaba en su habitación.

¿Qué estas planeando Marian?

Bram se preguntó a si mismo, pensando que quizás no era algo tan grave como parecía y que todo saldría bien, así que decidió llamar a Noah.

—¿En dónde te encuentras?
—Estoy en la oficina, ¿esta todo bien?
—Si, solo me preguntaba si podemos platicar ya que hayas terminado tu trabajo
—Pues, se supone que saliendo iba a ver a Leilani pero puedo hacerlo después. ¿Estas seguro que todo esta bien?
—Si claro. ¿Paso por ti?
—No es necesario, nos vemos en el bar, un par de bebidas ayudaran

Se encontraron en el bar, al que siempre solían ir. Algunas cuantas bebidas para limpiar y preparar sus cuerdas vocales antes de una larga platica. A la mayoría de las personas les toman minutos en arreglar algún problema pero a mis dos hombres les tomaban horas o quizás toda la vida para hacerlo.

Mientras tanto, mi madre se había dirigido hacia el aeropuerto a recoger a mi tia Meriel, su hermana gemela. En realidad se parecían mucho, eran idénticas. Ambas eran pelirrojas y las típicas pecas sobre su cara. Mi tía siempre se ha pintado su cabello, siempre han estado en contacto y cada vez que se veían era como si fuera la primera vez en años. Ella vivía en Italia, ahi es donde se casó.

¡Estoy tan feliz de que hayas podido venir!

Dijo mi madre con sus ojos vidriosos a punto del llanto y abrazándola con todas sus fuerzas, ella sabia que la necesitaba ahora mas que nunca.

Pero mírate, me encanta tu estilo hermana, te extrañé —dijo mi tia Meriel al momento de ver como vestía mi mamá, usaba un palazzo blanco, haciendo lucir su cintura y caderas. Un par de zapatillas rojas y su cabello ondulado rojo, siempre corto y su partidura de lado— Yo te extrañé muchísimo más hermana.

Mi tía Meriel había llegado para apoyar a mi madre durante todo este proceso de mierda, sabia que no podría hacerlo sin ella y sabían de todo lo que era capaz de hacer nuestro padre biológico.

—¿Ya hablaste con él?
—No, no puedo hacerlo sin ti. Ni siquiera sé que es lo que le voy a decir, no tengo aun un abogado.
—Tranquila, no te preocupes. Estas haciendo lo correcto, y dime, ¿cómo están Bram y los chicos?

Los hombres en el bar no se encontraban borrachos aun y tenían mucho por hablar, el tema principal era nuestra madre. Trataban de entender la razón por la cual ella quería hacer todo esto pero cada vez que el nombre de él —nuestro padre— salía a relucir, le provocaba escalofríos a Noah. Nuestro padre era y siempre sería Bram.

Ambos querían apoyar y ayudar a mamá, yo por otro lado no estaba tan segura.

—Pensamos exactamente igual, lamentablemente no todos pensamos igual
—Lo sé, tendré que hablar con Luisana, aunque se que sera un poco difícil

Noah, ¿tienes algún otro trabajo ademas del que tienes? —a partir de esta pregunta, todo empezó salir a la luz— ¿Por qué? —cruzo sus brazos, levantando la ceja y mirando fijamente a Bram. Ya se sabia que cuando un adulto preguntaba algo, era porque ya sabia la respuesta.

Lo sabía, sabes que no tienes porque hacer eso Noah. No estas solo, todos estamos aquí para ti, ademas le prometiste a tu madre que dejarías de hacerlo. No es seguro para ti ni para nadie de nosotros —Bram dijo mientras se frotaba la frente, sabia que esto no era nada bueno— Estoy siendo cuidadoso, yo se lo que prometí pero tengo que hacerlo —en realidad no tenia porqué— No, no tienes que hacerlo, la verdadera razón es porque quieres sentirte poderoso, quieres tener el control de todo y de todos, quieres que las personas te teman pero, lo único que obtendrás de todo eso sera la muerte.

Eso era verdad, Noah siempre se ha sentido superior a todos, necesitaba tener el control de todo pero, para mí eso era falta de autoestima, cosa que él nunca iba a aceptar. Por lo tanto, lo único que hacia Bram era protegernos de nosotros mismos, lastima que tuvimos que darnos cuenta de la peor manera.

En mi casa nos encontrábamos mi madre, mi tia y yo sentadas en la sala, platicando sobre la vida, lo que usualmente hablaban. Mi tia Meriel estaba preocupada por mi madre, ella mas que nadie sabia la clase de persona que su ex cuñado era, el día que ellas dos supieron que mi madre estaba embarazada, no podia tolerar ni tragar la idea de que su hermana gemela iba a tener un hijo de esa persona y menos, a esa edad.

Estuvimos hablando sobre como la vida nos estaba tratando, sobre mi prima que se encontraba viviendo en España y sobre como mi tío estaba arrepentido de haberla dejado ir.

Aun no acepta el hecho de que su princesa se fue pero algún día tienen que volar del nido, ¿no? —Mi tía Meriel dijo, cosa que me dejo pensando si Bram diría eso algún día—

Mientras que mi princesa no vuele, todo esta bien.

Continuara...

ELLA, el REYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora