ELLA, el REY

Capítulo 19 - Héroe

ADVERTENCIA: Este capitulo contiene escenas y lenguaje +18. Una vez advertido/a, ¡qué lo disfruten!

—No te preocupes, soy Jonas

—Lissy, en verdad discúlpame, no me encuentro bien y estoy un poco pasada de copas
—No hay problema, a todos nos pasa. ¿Por qué estas aquí sola en vez de estar acompañada?

—Disfruto mi tiempo a solas, ¿qué hay de ti?

Seguimos platicando por un buen tiempo, tanto que por un momento me había olvidado de quién a buscaba. Disfrutaba su compañía, hasta que Lucas me hizo una seña de que mi chico misterioso había llegado, pero para mí sorpresa iba acompañado. No sé porque sentí decepción al verlo entrar acompañado de una mujer, quizás para el fue solo una noche y lo escrito en el sobre era solo para asegurarse de que tomara esa pastilla.

¿Te encuentras bien Lissy?

No recuerdo haber escuchado a Jonas en ese momento, solo lo veía y deseaba que él volteara y me viera, era lo que había estado esperando desde ese día, sabia que no era amor pero sí mucho deseo. Después de un rato sentía que todo a mi alrededor giraba, escuchaba el ruido muy lejos y veía como él bailaba en cámara lenta hasta que Jonas agarró mi mano.

Perdón, no me estoy sintiendo bien —dije mientras frotaba mi frente— ¿Quieres salir a tomar un poco de aire? —dijo mientras ponía su mano sobre mi espalda— Si por favor, me siento muy mareada

De camino a la entrada del bar, volví a girar para verlo y fue cuando intercambiamos miradas, por un instante pensé que me hablaría o que hiciera algún gesto pero no fue así, como si no hubiera conocido. Al salir me despedí de Jonas y me dirigí a mi carro.

—Lissy espera, no puedes manejar en este estado

—No te preocupes, no es la primera vez

Jonas insistió en llevarme a casa y un poco en contra de mi voluntad me agarro de brazo y me llevó a su carro, en realidad no sabia que era lo que estaba pasando, no me sentía con suficiente fuerza incluso para hablar, mientras nos dirigíamos a su carro intercambie miradas con chico que se encontraba afuera de su carro fumando, solo lo miré pidiéndole ayuda. De camino Dios sabe a donde, detuvo el carro en un acotamiento.

¿Como te sientes? —me preguntó— Mi cabeza da vueltas, no creo haber tomado tanto para sentirme de esta manera —dije mientras frotaba mis sienes— Si bebiste demasiado, solo que no lo recuerdas. Por cierto, eres muy linda —me sonrió— Gracias creo, ¿puedes llevarme a mi casa?

Ya me estaba empezando a poner nerviosa, su actitud no era normal, a este punto sabia que algo le había puesto a alguna de mis bebidas. Se acercó a mi y me besó, trate de alejarlo de mi pero su fuerza pudo mas que yo, cuando de repente se encontraba encima de mi y me besaba con mas desesperación mientras tocaba todo mi cuerpo, por alguna razón no me sentía capaz de gritar ni pelear, lo único que hice fue empezar a llorar mientras le pedia que se detuviera y sus respuestas siempre eran "disfruta". Cerré mis ojos y solo pedia que alguien me ayudara, todas las cosas malas pasaron por mi cabeza, incluso mi hermano diciéndome que no saliera, mi papá aconsejándome tener cuidado de con quien entablaba una conversación y ahora, yo, Luisana Baldassari iba a ser violada.

Reclinó el asiento, puso su mano sobre mi frente teniendo mi cabeza recostada y me miró a los ojos, "eres muy hermosa" dijo con una sonrisa pícara. Mientras me veía fijamente a los ojos aun con esa sonrisa, deslizaba la mano que tenía libre por debajo de mi ropa interior cuando de repente sentí sus dedos dentro de mi y un grito muy fuerte salió de mi boca, siguió haciendo lo suyo sin importarle si me lastimaba, recuerdo que le rogaba que parara, lo veía directo a los ojos y se lo pedía con lágrimas en los ojos hasta que escuche el ruido de un carro estacionándose cerca de nosotros y solo recuerdo haber visto que alguien lo agarraba por detrás del cuello y lo aventaba al piso, mientras lo golpeaba hasta dejarlo casi muerto yo estaba inmóvil y en shock. Caminó hacia mi y solo escuché "estas a salvo" y ahi perdí el conocimiento.

Al paso de las horas desperté, no reconocía el lugar donde había pasado la noche, todo me era confuso, excepto lo que me había pasado y fue cuando las lagrimas regresaron.

—¿Qué me hiciste?

—Tranquila, yo no te he hecho nada, fui el que te salvo del pervertido de anoche

—Eres el chico del bar ¿no es así?

—Si. Cuando vi tu cara pensé que me pedias ayuda de alguna manera pero después pensé que quizás era mi mente jugando conmigo, después de un rato no me quede tranquilo y salí en busca del carro, no fue tan difícil encontrarlos. Perdona que no te haya ayudado cuando me lo pediste

Comencé a llorar de nueva cuenta mientras el se quedaba en silencio, me dejó llorar y sacar todo lo que sentía, después de unos minutos se sentó por un lado mio y me abrazó, dejándome reposar mi cabeza en su pecho.

En casa mis papás se volvían locos porque no había regresado a casa aún, trataban de localizarme antes de darle la noticia a Noah, sabían que iba a enloquecer. Me hacían miles de llamadas y no les daba ninguna respuesta, Lissy tampoco sabía de mi paradero, solo sabían que mi carro seguía en el bar.

Mamá, ¿por qué lloras? —se acercó a ella y le limpió las lagrimas— Hijo, necesito que tomes asiento —dijo Bram mientras lo tomaba del hombro— ¿Que mierda esta pasando? —solo se volteaban a ver y no encontraban las palabras correctas— Hijo, no encontramos a tu hermana, no regresó del bar, no hay ningún rastro de ella solo tu carro que sigue estacionado en el lugar.

Noah:

En cuanto escuché a mi papá decir que mi hermana estaba desparecida, sentí que todo mi mundo se venia abajo, era mi culpa, yo la había arrastrado a todo esto, quizás era una venganza por parte de los alemanes. Estaba bloqueado, mi cerebro no procesaba la información, no mostraba ningún sentimiento, ¿cómo pasó esto? Ella solo tenia 18 años, no debía pagar mis errores pero iba a dar con el responsable de todo esto y lo haría arrepentirse por tan siquiera haber pensando en mi hermana menor.

—Noah ¿estas bien?