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— Muchas gracias por acompañarme —KyungSoo colocó una mano sobre puerta con intención de abrirla.
— No tiene que —Kai le dedico una sonrisa coqueta que no era intencional—, realmente me la he pasado muy bien.
— Yo igual, ademas todo estuvo deliciosos —sonrió con timidez—, ya extrañaba ese lugar.
— ¿Recuerdas yo prometí que ese siempre sería nuestro lugar? —se pasó de nuevo la mano por el cabello alborotándoselos, KyungSoo sintió un retortijón en el estómago —, lo prometí, siempre lo será.
— Bien —asintió desviando los ojos para enfocar lo que fuese menos a aquel hombre—, pues estuvo delicioso —ambos soltaron una risa—, gracias JongIn, fue agradable, ahora entrare —empujó la puerta y antes siquiera de dar un paso su brazo fue apresado, subió la vista y miró aquellos ojos insistentes.
— Yo... —las palabras se le atoraron en la garganta y trago seco.
— ¿Sucede algo? —preguntó, pero, aquella mano que le sujetaba se alzó lentamente para acomodarle un mechón de cabello detrás de la oreja.
— Siempre me gustó más tu cabello corto —soltó sin más acariciando un costado de su cabeza— así lucias más bonito, me gustaba — sonrió dulcemente.
KyungSoo quedó perplejo ante esas palabras mientras el corazón le bombeaba.
— Bueno, será mejor que me vaya...
— Espera —le detuvo una vez más—, quiero agradecer el que haya salido conmigo esta noche y, me hayas permitido hablar un poco del pasado.
— No tienes porque agradecer —sonrió con amargura—, solo somos amigos.
"Amigos", esa palabra martilleó en el corazón del más alto. Agacho la cabeza y bufo un poco pasando el dorso de la mano por la nariz.
— Claro, han sido tantos años que yo solo —suspiro—, déjame verte más, ¿puedo verte otro día?
— JongIn —tarareo su nombre suspirando con fastidio—, no creo que sea la correcto.
Como recuerdo del pasado, el más alto poso una mano en la cabeza del contrario, esa acción era algo que hacía seguido cuando eran novios. KyungSoo se sonrojo recordando el pasado.
— Kyungie, me hiciste falta —esas palabras sonaban tan sinceras—, entra, yo tratare de llegar a ti nuevamente —quito la mano bajándola a su costado y apretándola en un puño—, prometo que tratare.
No entendía lo que quiso decir con esas palabras, así que decidió dejarlo por el momento. Asintió tontamente dándose la vuelta—. Si... yo... adiós —no dijo más y camino a paso veloz directo al ascensor.
Y una vez que ingreso a esa cabina que le llevaría a su piso, vio a JongIn ahí parado despidiéndose con una mano, KyungSoo no hizo más que sonreír y apretar botón.
