V

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JongIn observó a la gente caminar por aquellas angostas calles en Gangnam. Suspiro al ver que otra vez no dormiría temprano, BaekHyun le había mandando un texto que ni siquiera abrió. Desde que aquel se fue al servicio militar, se preguntó en más de una ocasión si quería seguir con aquella relación. No es que no le quisiera, pero, se cuestionaba si realmente le amo como creyó hacerlo en el pasado.

Suspiro.

Afuera llovía y la gente seguía caminado mientras se cubría con sus paraguas o en alguna lugar en donde la lluvia no los alcanzara. JongIn dibujaba en la ventana mientras echaba uno que otro suspiro.

— Kai —le llamo el manger, miro de reojo y se acomodo un poco en el asiento de la camioneta—, te iremos a dejar y de ahí esperaremos a que el evento termine.

JongIn asintió mientras acomodaba el cuello de su gabardina de alta gama —¿Esperarán hasta que termine? —preguntó mientras se percataba que todo estuviera bien.

— Así es —WooJin miro su agenda y comenzó a teclear—, ellos pidieron que trataras de relacionarte con los modelos que traen —JongIn echo un suspiro pesado ante aquella indicación—, es enserio —prosiguió el manager—, si quieres ver crecer tu carrera como embajador y hacer comerciales...

— Ya está —lo interrumpió cuando vio al auto detenerse—, lo haré, mi inglés aún no es muy bueno pero créeme que trato de intentarlo.

WooJin le dedico una mirada exasperada; sabía que lo haría, JongIn era un chico listo, pero a veces creía que hacía demasiado caso a Baekhyun por los celos de aquel, por las relaciones que debía de tener con modelos y demás gente en el medio.

— Anda, hazlo y avísame en cuando esté apunto de terminar.

JongIn asintió y tomó su crossbody cortesía de Gucci.

— Lo haré —bajo del auto.

— Suerte —WooJin le deseo.

— Gracias —JongIn cerró la puerta para encaminarse a aquel lugar.

— La vas a necesitar — tarareó el manager—, ya podemos irnos —escucho señalar.

— Si señor —el chofer de la ban comenzó a arrancar para reincorporarse calle abajo.





















— Kai —aquella mujer le llamó y saludó.

— Hola Lucy —saludo a la hermosa chica italiana.

Se habían conocido en la última pasarela en Milán, aquella era mitad coreana y JongIn había congeniado al instante con ella. Incluso habían salido a cenar y ahora se podría decir que tenían una amistad.

— ¿Como vas? —cuestionó mientras caminaban a la estancia.

Aquel evento era privado, pero había un montón de medios de varios países. Para fortuna de los invitados, todo había sido tan secreto que no había séquitos de fans queriendo ver a los idols.

— Mmmm —se encogió de hombros—, no me quejo, ¿que tal tu viaje?

— Todo bien, hace tiempo no venia a Corea —soltó una risita—, de no ser por ti y Mamá, no tendría con quien practicar el idioma.

Ambos estaba entretenidos en una platica amena que apenas y prestaron atención de la gente que los rodeaba. Hasta que ambos fueron llamados para la fotografía oficial.

— Kim Kai —un hombre le llamo—, puede pararse por aquí, por favor —le pidió al tiempo que le señalaba unas escaleras en donde le solicito colocarse.

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