Capítulo 10

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*Neels en multimedia*

~"La Competencia"~

SOPHIE.

Hoy el día estaba tranquilo, muy tranquilo para mi parecer, por que teniendo a un psicópata llamado Damián Black viviendo frente a tu casa es un peligro inminente y un día "tranquilo" no es una noticia buena.
En cambio yo, tengo una buena noticia, hoy es la Competencia de Ballet en la ciudad vecina, y si; Montgomery, no es tan buena pero, me hace sentir bien.

Estoy almorzando con mi padre, hoy me tocó cocinar a mí, prepare una rica lasaña de jamón y queso, con ensalada de lechuga y un rico jugo de frutas..

-Esto está delicioso, cariño.-Dice mi padre devorando su plato de comida.

-Gracias papi.

-Denada, ¿Cómo te fue en el instituto hoy cariño?.

-Pues... muy bien la verdad, no hubo nada raro, y eso fue lo único raro.

Dije pensando en el día de hoy, no hubo nada raro, excepción de Barbara y Black muy empalagosamente juntos.

-Me alegra saber eso, y... la verdad si, es raro. Pero ¿es algo bueno no?.

-Si, además hoy es mi competencia, ¿vas a asistir no es cierto?.

Sus ojos mostraban tristeza, me miró por unos segundos más y volvió a ser el mismo padre que antes...

-Lo siento cariño, tengo la agenda muy apretada con todo en la empresa.

-Esta bien papi, yo...

-Señor James.-Me interrumpe Leo entrando al comedor

-¿Que pasa niño?.

-Hay un chico que lo está buscando.-Dice mirándome.

-¿Un chico?.-Pregunta mi padre analizandome.

-Sí señor, es hijo de los Goodman.

-Oh, en ese caso hazlo pasar hasta aquí.

¿Que hace Goodman aquí?.

Fue lo primero que pensé, tengo entendido que mi padre y el suyo eran amigos desde que nos mudamos aquí en Brooklyn, como hace ¿diez años?. No recuerdo.

-Neels, chico como has crecido, mírate todo un hombre.-Dijo mi padre levantándose de la mesa e ir a saludarlo.

-Gracias señor James, Sophie, ¿cómo estás?.-Dijo Neels mirándome.

Oh, dios no me mires así, él estaba vestido con unos pantalones vaqueros medios grises, una remera blanca con el logo de Calvin Klein, unos convers blancos y una chaqueta de cuero verde musgo.

-Bi-bien, gracias y ¿tú?.-Empecé a balbucear.

Tonta.

Oh, cállate.

-Muy bien.-Dijo mostrando sus perfectamente blancos dientes.

Un Solo CaminoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora