Capítulo 20

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~No puedo hacerlo si no estás~.

DAMIÁN.

Hoy era día de instituto, no me gustaba para nada, pero debía ir, además quería ver como estaba ella.

Mentiría si dijera que no me dolió verla arrodillada frente a mí. Mentiría si dijera que no la quisiera así de sumisa ante mí, pero en otras circunstancias... como ella y yo en una habitación desnudos, ella arrodillada frente a mí amiguito...

-¡Señor Black!.-dijo la voz de la maestra Susan.

-¿Dígame?.-le sonreí tiernamente.

-Lo buscan en la dirección.-me dijo y siguió con su absurda clase.

Tome mis cosas y salí rumbo al despacho del director.
Toque dos veces y escuche un "adelante".

-Buenos días joven Damián.-me saludo el director.

-Director, al grano por favor.-le dije cansado.

Ayer fue una noche larga, luego de que Sophie se fuera con ese imbécil y su padre, fui al bar al que siempre solía ir cuando las cosas se ponían feas, en este caso fue lo mismo que me pasó años atrás, Sophie pidiéndome que me quedara con ella, suplicando y todo ese rollo de ayer.

Me quedé bebiendo hasta muy tarde, me acosté con un par de chicas y luego volví a mi casa. Llegué a mi casa al medio día. Apenas había tocado la manilla para abrir la puerta de mi coche, vi que un par de camionetas negras se estacionaban frente a la casa de mi pequeña. No me baje, espere varios minutos, luego salieron Rodrigo, Sophie, el estúpido hombre ese y otro señor mayor. Lo que más me llamó la atención fueron las maletas que llevaban cada uno en sus manos.

Iba a bajarme pero me quedé quieto cuando Sophie miraba por última vez mi casa, su mirada estaba apagada y un poco perdida. Decidí bajarme del auto despacio y a lo lejos escuché...

-...no volverá...

¿Quién no volverá?. Me pregunté a mi mismo.

Unos chasquidos me hicieron volver a la realidad...

-¿Disculpe, que decía?.-le pregunté al director que me miraba raro.

-Que hay una beca disponible para usted, una alumna lo dejó ayer por la tarde.-dijo y yo estaba feliz, así que sonreí con suficiencia. ¡Ja!, tengo una beca para irme de aquí...

-La señorita James, cuando dejó la institución dijo perfectamente que si el becado no cumple con los requisitos...

Deje de escuchar cuando dijo "La señorita James".
No podía ser cierto, o era una broma o...

-¿Cómo que dejó el instituto?.-pregunté algo nervioso.

-Sí, ayer vinieron ella, su padre, y otros tipos más para informar sobre su mudanza.

Mudanza, dejar, maletas, viaje, instituto, solo, soledad, sin ella...

Esas palabras venían a mi cabeza cuando lo dijo el director. No me creía así qué volví a preguntar.

-¿Donde, que mudanza?.

-Lo siento pero...

-¡¿Donde mierda fueron?!.-grite cansado.

-A-a Rusia, fueron a Rusia por un problema familiar. Y no me grite mocoso.-me dijo y mi corazón se oprimía en su lugar, dejando de latir por unos segundos. Me dejé caer en el sillón del despacho y me quedé pensando...

¿Por qué se iría?.

¿Estaría enfada?. No, no lo creo, ella me comprende.

Un Solo CaminoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora