Capítulo 25

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~Funerales peligrosos~.

SOPHIE V.


El abuelo me mandaba de aquí a allá como si fuera que el no pudiese hacerlo, yo aun no era oficialmente líder de los mastodontes, llamaba a los hombres de mi abuelo de esa manera porque todos eran gigantes y musculosos.

Ahora mismo me encontraba sentada a un costado del tío Jed, sí, Jed resultó ser mi tío, hermano menor de mi padre, no lo podía creer, Jed era tan diferente a mi padre, pero tan idéntico al abuelo Max. Cuando supe que era de mi familia, las palabras del abuelo vinieron a mi mente "puede que sí, puede que no, puede que sea un peón más, un líder más. Tú lo averiguaras".

Y fue así, él era un líder más, un Volkov más.

-¿Entonces estas de acuerdo con el trato señorita Volkova?.-me pregunta el anciano.

¿De qué hablaban?. Oh sí.

-Por supuesto que sí, pasarán por nuestros territorios, pero... eso siempre tendrá un costo, ¿verdad tío Jed?.

Me observaba tranquilo, pero yo sabía que estaba furioso por lo de ayer. Al llegar junto al auto de Goodman empezaron a maldecirme en ruso. Parecía una niñita que hizo algo malo.

-Exacto, si pasan sus drogas por nuestros territorios, deberán de darnos el 50% sí no lo hacen deberán buscar otros medios más... accesibles.

A lo accesible se refería a otras mafias, pero no, nosotros éramos su única opción, la mafia africana tenía bajos recursos y no eran tan poderosos como las demás así que, nadie los quería como aliados. Si ellos pasaban sus drogas, petróleo, sus animales exóticos por nuestros territorios, nosotros debíamos de sacarles provecho, mis abuelos trafican con animales, drogas, armas ilegales, armamento militar. ¿Nosotros traficabamos órganos? Sí, pero no órganos de gente inocente como niños, adolescentes, o mujeres. Traficabamos los órganos de nuestros enemigos, traidores a nuestra mafia, a los que no rendían lealtad a mis abuelos. ¿Tratábamos con mujeres? No. No éramos tan crueles.

-¡No!. No le daremos el 50%, están locos si creen que nos dejaremos manipular por unos rusos como ustedes.-dijo él líder en su idioma natal.

Lo observé, según todos en esta mesa, el enano en mi frente era el jefe, pero... no. Yo los había pillado, el carácter del enano no era la de un líder, su carácter temeroso y su voz no tan segura. Además de eso, su figura pareciera ser como la de un gnomo, un pequeño duende asustadizo. ¿Asustadizo por qué?. Porque su líder ahora mismo lo está mirando.

Ese si parecía un líder, altura alta, cuerpo ancho y trabajado, su piel de color marrón resaltaba entre los demás, sus ojos negros llenos de maldad y enojo hacía su marioneta asustadiza. Oh claro, el tatuaje de su pequeña mafia estaba en su muñeca izquierda.

-Les diré algo... o dejan que hable su líder y que el decida ahora, les daremos diez minutos y...

-¡Yo soy el líder!.-me interrumpe el supuesto "líder".

-No me interrumpas de nuevo. Vuelven con una respuesta y con su líder real, no con una marioneta asustadiza y enana como este hombre de aquí. Es un o lo tomas o lo tomas.

Termine por decir y nos levantamos de la mesa, los demás copiaron mi acto y salimos hacia el pasillo.

-¿Cómo lo supiste?.-me pregunta tío Jed.

-Solo lo observé, en toda la reunión el líder verdadero no dejo de mirar al falso, mientras que el falso temblaba de miedo bajo su mirada, de seguro ahora tendrá un golpe en la cara por ser tan inepto.-dije mirándolo gracioso.

Un Solo CaminoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora