Capítulo 1

312 13 4
                                    

~El Primer Día~

SOPHIE.

Voy corriendo por las calles frías de la ciudad de New York, esta cayendo de apoco la nieve, hace frío y estoy descalza con un abrigo de lana con capucha.
Cuando recibí el mensaje de Black me había quedado en completo shock, el mensaje decía:
"Lo he hecho y ha sido con intensiones malvadas".

Llego a la cuadra que pertenece a la de los Black's, está totalmente a oscuras, voy acercándome al porche de la casa, poniendo un pie en la primera escalera para abrir la puerta, esta se abre dando paso a uno de los Blacks.

-¿Donde está?-pregunto.

-Hola, como estás bonita?-responde este alegremente.

-Dejate de tonterías y déjame pasar.

-Tranquila, pasa...

Entro a la casa y huelo un olor nauseabundo a sangre, tapando mi nariz voy abriéndome paso en la sala, pasando por la cocina veo un camino de sangre desde la mesada hasta el final de las escaleras de arriba...

No puede ser, eres un completo enfermo Nicolás!.

-No me había dado cuenta-responde sarcástico.

Hay dos cuerpos tendidos en el suelo frío de la habitación de Nicolas, están totalmente pálidos, significa que los ha asesinado ya hace un buen rato... Voy acercándome al de la izquierda y se me hace un nudo en la garganta cuando lo veo sin ojos y sin boca... Levanto mi mano pasando por su cara no tan reconocible y siento el frío de su piel chocar con mi cálida mano, el pobre rostro de Dixon esta frío.

-¿Como pudiste Nicolas?, ¿Que te ha hecho el pobre chico?-pregunto con lagrimas en los ojos...

-Tu sabes... perfectamente lo que hicieron pequeña.

-¿Que?.

-Te miraban como si quisieran comerte, babeaban por ti, uno te besó, te tocó, te abrazó, el otro hacia lo mismo pero era más intenso, hasta que te sedujo y se acostó contigo.

-¿Como...-

-¿Como lo supe?, fácil, puse cámaras en tu casa pequeña y la de tu habitación me mostró como el te hacia suya, me ardió tanto que el lo haya hecho antes que yo y-

-Esas no son excusas, eres un loco posesivo-lo corto y caminando hacia la salida el me detiene empujándome contra la puerta,susurrando en mi oído:

-Eres mía pequeña, recuerda eso y hasta que yo no muera lo seguirás siendo, ¿entendiste?.

No respondo, quiero salir de aquí.

-Dije, ¿que si entendiste?.

-No, jamás en mi vida estaría con un loco enfermo como tú, así que déjame salir ahora o llamo a la policía.

-¿Policía?, Sabias que no hay teléfonos aquí en mi casa, ahora, ¿Quieres jugar conmigo, pequeña?.

-¡No!.

-Corre, pequeña y escóndete... porque te encontrare y te casaré, para deborarte luego.

-Vete al infierno imbécil-respondo llorando.

Un Solo CaminoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora