𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 9.
𝐕𝐨𝐥𝐯𝐞𝐫 𝐚 𝐍𝐚𝐜𝐞𝐫.┉┅━━━━━━☠︎━━━━━━┅┉
A Eren no le agradaban los viajes familiares, ni las reuniones de trabajo con su hermano. Siempre fue tachado como el descarrilado de la familia, por tanto, una reunión con ellos significaba una constante reprimenda, un escupo en la cara de lo poco adecuado que era para llevar el apellido de la familia. Ya sea con la mirada, el trato, o las palabras. Sobre todo, no toleraba las miradas de su madre. Bien podría soportar las de su padre, e incluso las de Zeke si se encontraba de buen humor, pero al tratarse de su madre resultaba en una gran excepción. Le irritaba, y de algún extraño modo lo hacía sentir pequeño, intimidado, minúsculo. Ante sus ojos él no era nada, ni el prolífico asesino serial, ni un hijo. Puede que esta última hubiera clavado un hueco en su músculo palpitante de por vida, pero Eren nunca lo reconocería. Le ofuscaba sentirse así de vulnerable. Mostrar sentimientos nunca estuvo en el repertorio de Eren. Si tenía ganas de llorar, más le valía aguantarse que expresarlo para no decepcionar a su madre.
Pronto se convirtió en la regla.
No llorar.
Carla repetía el mismo discurso en cuanto era posible. El relato antes de dormir de los niños consistió en un sermón sobre que los verdaderos líderes no lloraban, los fuertes eran fuertes por no mostrar sentimientos, y que si Eren se atrevía a romper cuya regla, se enteraría, pues la casa estaba repleta de cámaras. Por mucho que Eren deseara llorar a ocultas de su familia, en especial de su madre, no se atrevía hacerlo. Siempre había una cámara. Eventualmente, Eren no pudo sentir como alguien normal, ni llorar como los demás en su salón, nunca más en su vida.Excepto en ocasiones.
El abuso sexual por parte de su abuelo sólo empeoró una problemática que ya venía cultivandose desde pequeño. Eren no podía entender cómo pertenecía a la familia, si los Jaeger no lloraban, si los Jaeger no mostraban una pizca de emociones. Pero quebró la regla, con su abuelo rompió en un llanto imparable. No como le hubiera gustado. Eren quebró en un llanto silencioso y melódico. Pero infinito. Al principio aguantó la desesperación, y el llanto de la angustia, pero entonces no fue cuestión de desesperación, sino de dolor palpable, físico. En ese entonces no podía comprender, se culpó a sí mismo por llorar, por ser el favorito de su abuelo. Por la presión emocional de que fallaba a su familia, el dolor físico, y el terror, el pánico de encontrarse en las garras del lobo. En la actualidad lo sabe, era sólo un niño, no podría haber lidiado con algo así.
Eren se fue sintiendo cada vez más apartado. Se alejó de la familia, no se consideraba digno, no se consideraba uno de ellos. Ellos eran perfectos, no se quebraban, no lloraban, no sentían la angustia que sentía, para ellos era todo muchísimo más sencillo. Pero, a la vez, fue creando en Eren un monstruo insensible. Tal vez el mayor error de su madre fue decirle que los Jaeger no lloraban.
No sentían.
Pero olvidó que los únicos que no sienten son los monstruos.
Olvidó que sentir es ser humano.
Eren perdió una relevante parte de sí debido a su madre, otra considerable por su abuelo, y las siguientes fue el mismo el victimario, se acorraló más y más a la miseria. ¿Matar a meros hombres malos? Era una abrumadora mentira. Le había mentido a Mikasa, había mentido como un mitómano una infinitud de veces. Sí, había creado este tipo de consuelo en su cabeza para asegurarse de que mataba con una razón válida, las primeras veces para demostrar que aún era alguien, un ser humano, pero Eren luego de un tiempo, lo consideraba un placer, y ya estaba perdido. Dejó de importarle al enterarse de que esa sed por matar, la atracción morbosa hacia la muerte, lo estaba consumiendo y sólo deseaba matar a cualquiera que se le pusiera en el camino. Eren dejó de distinguir rostros, expresiones, edades. Todo quien apareciese en el momento incorrecto, lugar inadecuado.
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UNDER YOUR SKIN. {EREMIKA}
Fanfic"Soy un monstruo." A las tantas de la mañana, una casa es asaltada por un bandido sin rostro identificado. Roba y asesina a un hombre de edad ya mayor. A punto de irse, un crujido de madera lo alerta. Es ahí, en la espectral oscuridad, que encuentra...