Luego de varios intentos de dormir, finalmente desisto. Me quedo dormida y la misma pesadilla se repite. Mi enferma mente ha formado todo tipo de pesadillas, pero hay dos de las cuales no soy capaz de librarme. Mi padre muriendo, y ahora Prim.
Siempre sentiré que le fallé, porque así fue. Antes creía que era fiel a las promesas que hago a quienes me importan.
Me impulso para sentarme en el sillón, a través de la ventana puedo apreciar la oscuridad de la noche. Mi eterna compañera.
El estar en el bosque me hizo hallar algo de paz, pero ese vació que parece crear un hueco en mi interior no parece llenarse con nada, y en este momento lo siento.
De nuevo la sensación es abrumadora, como si mis pulmones y garganta se llenaran de esa niebla tóxica de nuevo. Las lágrimas salen sin notarlas, y se deslizan por mis mejillas, mojando mi almohada. Dejo que fluyan, a tal punto que ya no le encuentro sentido.
Empiezo a sollozar sin control, abrazo mis rodillas, me encojo en el sillón. Al abrir los ojos, podría jurar que el mundo se ve más pequeño, y que podría estar cayendo ahora mismo y no me daría cuenta. No me importaría desaparecer.
Tomo mi almohada y la lanzo contra un florero que estaba sobre la mesa. Este cae al suelo y se rompe en varios pedazos. Así de fácil me rompo yo.
No intento nada, me dejo caer al vacío como ha pasado cientos de veces. Porque aunque nadie esté para evitar que me ahogue, sé que me lo merezco.
(...)
Mis ojos duelen. Abrirlos duele. Un rayo de sol me ciega.
Miro a mi alrededor y todo es un desastre, los trozos del florero están esparcidos por el suelo, una almohada cerca de la puerta. Mi manta está tirada en el suelo frente a mí.
Luego recoger los trozos del suelo y de doblar la arrugada manta, escucho golpes en la puerta, seguro es Sae, así que me apresuro a abrirle
—Hola..
Por un segundo le frunzo el ceño a Peeta, no se me pasó por la mente aue pudiera ser él.
—Hola—le digo
—Quise traerte bollos para el desayuno —dice ignorando mi expresión inicial.
—Gracias —le digo, y reacciono, lo invito a pasar.
—No hay de que. Suelo pasar bastante tiempo horneando, es lo menos que puedo hacer.
—¿Ya desayunaste?—le pregunto
—De hecho no.
—¿Quisieras desayunar conmigo? —le pregunto algo insegura
—Claro, gracias.
Le pido que me dé un segundo. Voy al grifo de la cocina a lavarme rápidamente la cara.
Miro mis pies. Y la ropa que llevo puesta. Y por un segundo me siento algo avergonzada, lo que me lleva a recordar que me vio en peores situaciones que en pijamas. Niego con la cabeza y lleno la tetera de agua para calentarla, y voy a llamarlo.Terminó de servir el té y ambos nos sentamos. Comemos lentamente los bollos, ninguno dice nada.
—¿Que tal has dormido?. —me pregunta, se que mis ojeras responden por mí misma.
—Mal. —le digo con sinceridad.
—Eso creí, pues yo también.. ¿Pesadillas, no?
—Asi es, todas las noches, casi nunca me dejan.
—Al igual que a mí. —responde cabizbajo
—Sólo cuando dormíamos juntos no tenia pesadillas.. —Suelto de repente. No se por qué, pero no me arrepiento, tenía que decirlo.
—De verdad yo también, lo siento..
—¿El qué? —le pregunto confundida
—Dejarte sola.. —responde mirandome momentaneamente a los ojos.
—No tienes que sentirte culpable por eso
—De hecho sí, después de lo que pasó.. —no le dejo terminar
—No tienes porqué disculparte, en cambio yo sí.
—¿Por que deberías?— pregunta él ahora confundido
—Yo fui la que te dejó solo cuando me necesitabas —le respondo despacio
—Eso ya pasó..—dice él, mientras evita mi mirada
—¿De verdad piensas eso? Yo no lo creo —le contradigo
—Sólo trato de enfocarme en el presente Katniss, se que el pasado es el que nos tortura, y que tampoco se puede olvidar, pero si tratar de superar —responde algo enfadado, mientras sacude levemente la cabeza.
—Lo siento.. —le respondo sin saber más que decirle
—Tengo que irme Katniss. —dice y se levanta
—Bien, adiós
Lo veo salir por la puerta de atrás sin volver a mirarme. Definitivamente no esperaba eso.
Ahora quisiera que Haymitch hubiese visto la escena, sólo para mi satisfacción. Sí, un pensamiento egoísta, pero se supone que era una simple charla. ¿Que hablemos, Haymitch?
No iré tras él, por más que me preocupe lo que esté pasando por su mente. Creo que esto fue una señal, bien clara, de que va a ir mal. Yo le hago daño ¿De que sirve luchar por algo que no hace más que hacernos sufrir? Puedo evitarle ese pesar. No hay otra forma en la que pueda ayudarle.
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Colors (En Edición. No Lean Los Capitulos Aún No Editados. Por Su Propio Bien.)
FanfictionKatniss y Peeta vivieron muchas cosas antes del epílogo de Sinsajo, yo las relataré según mis ideas. Algunas cosas de la historia original serán cambiadas, pero los personajes son los originales de la trilogía de Los Juegos del Hambre de Suzanne Co...