Colors (En Edición. No Lean Los Capitulos Aún No Editados. Por Su Propio Bien.)

Tal vez

Camino entre unos pasillos desconocidos para mí, pero no puedo detener mis pies. No quiero hacerlo. Las instalaciones subterráneas del Distrito 13 son inmensas, más de lo que recordaba.

La oí, era su voz llamándome.

Acelero de tal forma que ya me encuentro corriendo.

"Katniss"

Su dulce voz hace que mi corazón se acelere y mis pensamientos se aclaren aún más. Sólo quiero encontrarla.

Corro hacia el final de un inmenso pasillo, el cual me lleva a ver la sala de comando. Vacía.

"Katniss"

Vuelvo a escucharla. Pero no sé de donde proviene su voz, debo preguntarle a alguien.

Salgo de la sala de comando y sigo el rastro de su voz. ¿Por qué no encuentro a nadie?

Miro a mis espaldas buscando a alguna persona. Observo a todas direcciones desde el lugar donde me quedé, y no encuentro a nadie

«Katniss»

Eso fue más claro, se ha oído más fuerte. Lo que significa que ya no estoy lejos de ella

Sigo el pasillo que de largo parece no terminar. Llego al final de este.

No hay más pasillos. Ni siquiera el final de estos. Es el bosque.

El bosque del Distrito 13 se encuentra frente a mis ojos, quienes no lo creen pero mis pies parecen tener vida propia

Al menos el bosque es un buen lugar, mejor que esa claustrofóbica prisión. Miro hacia el cielo, teñido de un celeste tierno, como cuando se ve de mañana. Miro al suelo, aún esta esa pequeña capa de hojas secas que lo cubre. Los remuevo con los pies mientras avanzo.

«¡Katniss!»

Y esta vez no queda duda que esta muy cerca. Tanto que puedo sentirla. Me giro y la encuentro, con una gran sonrisa dibujada en su rostro.

—Prim...

Corro tan rápido que probablemente cuando la abrace se caerá. Pero no me importa, la podré abrazar de nuevo

—Katniss...

Llego a su lado, y tan rápido como la envuelvo en mis brazos, siento una sensación de vacío. No la siento. En cambio siento un frío, como si volviese a ser invierno.

Me toma unos segundos abrir los ojos y mirar a mi alrededor. Nieve. Por todas partes. Me miro los brazos, pero un cargoso abrigo los cubre. El suelo cubierto de charcos de sangre, niños gritando y corriendo como pueden, desesperados.

No hace falta que lo piense mucho, puesto a que un grito me saca de inmediato de mi letargo

—¡Katniss! ¡Katniss!

Grita desesperada, y comienzo a correr con todas mis fuerzas. Algo sucede, mis pies se mueven, yo...no me muevo

—¡Katniss! ¡Ayúdame! —me grita la pequeña Prim, quien tiene camino libre, pero pareciera que sus piernas están tan inmóviles como las mías.

Inútimente trato, sigo tratando y no puedo. No puedo moverme.

Y justo frente a mis ojos. Sintiendome totalmente impotente veo como los paracaídas caen. Sigo tratando frenéticamente de correr, pero me es imposible moverme.

Veo el rostro aterrorizado de Prim, suplicandome con la mirada que la ayude, y nada más que lágrimas de impotencia salen de mi rostro, no puedo.

Y ahí es cuando veo cómo los paracaídas comienzan a explotar. Pero hay algo diferente, es como si sucediera en cámara lenta, para que no pueda perderme ningún detalle.