Colors (En Edición. No Lean Los Capitulos Aún No Editados. Por Su Propio Bien.)

No fue fácil

POV PEETA

Mientras llevo despierto ya un buen rato, me acomodo sobre mis codos para observar a Katniss. Aún se encuentra dormida, al parecer tiene un buen sueño. Evito moverme para no despertarla, en vez de ello, me quedo frente a ella, y me quedo observándola.

Sus hermosos cabellos oscuros se encuentran esparcidos por su espalda, esta ligeramente despeinada. A pesar que tiene los ojos cerrados, me vuelve a enamorar la visión de sus bellos ojos grises, para mí son como una luz en la niebla.

Es tan hermosa, la visión de perfección para mi. Observo cada detalle de su rostro, sus perfectas facciones. Comenzando por sus ojos aún cerrados, sus hermosas tupidas pestañas, su pequeña nariz perfectamente curvada. Sus pecas que se esparcen alrededor de sus mejillas, para terminar en sus labios, finos, rosados y perfectos. Muero de ganas de besarlos con toda delicadeza que se merecen. Estoy encantado por su belleza, de todo su ser. Sólo por ella.

Lentamente abre sus párpados, los abre y cierra un par de veces para enfocar su vista, y me mira fíjamente. Creo que no podré contener mis ganas de besarla, que se hacen más grandes en cuanto ella se levanta para ponerse a la altura de mi rostro.

—Buenos dí...— Me corta la frase con algo que no esperaba. Me tomo desprevenido. Me besó.

Al principio pareciera que me congelo y ella comienza a alejarse debido a esto. Reacciono y le sigo el beso, tomo delicadamente sus mejillas con mis manos para acercarla. Ambos cerramos los ojos y disfrutamos del momento. Mi lengua recorre su cabidad bucal y se enrreda con la suya.

El beso se hace más intenso, hasta que llega un momento en que debemos separarnos por aire. Mientras nos recuperamos, poso mi frente con la suya, y aún con mis manos envolviendo su rostro. La veo a los ojos, y veo la verdad. No puedo amar más a alguien, la amo, y siempre ha sido así.

Intentamos retomar el beso, ahora con más lentitud y paciencia. Como si cada uno trataramos de demostrar lo que sentimos a travez de él.

El beso sigue, pero se torna más exigente y apasionado. Bajo mis manos lentamente desde su rostro a su cintura acariciandola en el camino, y busco el final de su blusa mientras ella reposa sus manos en mi pecho. La idea siguiente que viene a mi cabeza hace que me dentenga de golpe, mientras ella se separa lentamente. No quiero hacer nada tan apresuradamente.

La miro a los ojos, que expresan confusión. En respuesta le doy un último beso en la comisura de sus labios, y la envuelvo en mis brazos. Seguido de esto, ella coloca sus manos sobre mi pecho, y luego de tranquilizar nuestras agitadas respiraciones, nos sumimos en un silencio, no algo incómodo, es como si expresara lo que no nos decimos.

Noto como sus párpados ceden nuevamente, llevo mis manos hasta su rostro y lo acaricio delicadamente, como el tesoro que es. Coloco un mechón que caía sobre su mejilla tras su oreja, mientras ella sólo me observa, con una mirada que podría expresar amor. Me coloco mejor, mientras la tomo de la cintura y nos colocamos en nuestra habitual posición para dormir. La visión de sus ojos es lo que me acompaña hasta quedarme dormido.

(...)

Nuestra relación ha tenido un ligero cambio, sí. Es mi novia, el sólo hecho de pensarlo me acelera el corazón. Sólo pasaron un par de días desde que se lo pedí, y tengo que admitir que pasé por muchas dudas, demasiadas.

De cierta forma ella ya me había asegurado que sentía algo más por mí, pero estaría mintiendo si digo que no dudé. No es que no le crea, más bien no puedo creer en mí. No quiero apresurar ni asegurar nada tan pronto, dos días de relación no pueden decir mucho. No quiero asustarla diciendo cuanto tiempo he esperado por esto, que todas mis esperanzas se habían apagado luego de tanto tiempo. Soy la persona más feliz del mundo en tan sólo dos días, y puedo asegurarlo sin dudas.