Finnick.

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La noche en el tren ha transcurrido sin insidentes. Peeta y yo dormimos juntos en mi compartimiento, y ambos no tuvimos pesadillas.

Nos levantamos temprano, ya que llegaremos al Distrito 4 a las 10 am. El desayuno transcurre bastante silencioso. Todos estamos callados, tristes. Lo que sucede con Annie nos tiene preocupados a todos, aún más porque hasta ahora no sabemos nada. Haymitch trata de hacer bromas para levantar el ánimo, pero no duran mucho, no sirven ni siquiera para molestarme.

Falta poco para llegar al Distrito 4, así que todos tenemos listas nuestras cosas y aguardamos impacientes.

En cuanto llegamos a la estación, me encuentro nerviosa. No es sólo por Annie, se que veré a otra persona importante. Mi madre.

Mientras bajamos, observo nerviosa para todos lados, buscandola entre la gente. En cuanto la veo, trago saliva. No tengo idea de que hacer. Repentinamente siento ganas de llorar, pero lo reprimo inmediatamente. Debo ser fuerte.

—Katniss.. —es lo único que dice mi madre antes de envolverme entre sus brazos.

Repentinamente me siento otra vez como una niña pequeña, quien su lugar favorito eran los brazos de su madre. La oigo sollozar levemente, y no logro contener las lágrimas. La abrazo con más fuerza mientras ambas lloramos en el hombro de la otra. Luego nos separamos un poco, ella me mira al rostro, es claro en su rostro que trata de contener más lágrimas.

Nuevamente se me hace un nudo en la garganta, pero respiro ondo y me contengo.

—No llores mamá, por favor..—le digo, con la voz quebrada.

—Tienes razón.. Ya no lo haré —dice y esboza una sonrisa.—No sabes.. Te heche tanto de menos..

—Shh, luego hablaremos..—la interrumpo, y la vuelvo a abrazar. Si comienza a hablar, estoy segura de que me quebraré. Odio llorar, sentirme débil, y aún peor, demostrárselo a los demás.

Nos separamos nuevamente, y como me fijo que Peeta esta detrás de ella, le hago una seña para que se de cuenta. Aprovecho en cuanto no me observa para limpiarme los mocos con la manga. Nuevamente respiro ondo, y me digo a mi misma que no habrá más lágrimas.

En cuanto mi madre termina de saludar a Haymitch y Peeta, anuncia que nos llevará a su casa.

—Mamá.. ¿Cómo se encuentra Annie?

—Lo siento, olvidé mencionarselos por el momento. Por suerte, Annie y su hijo ya se encuentran bien, pasado mañana le dan el alta..

—Entonces, ¿el bebé ya nació?

—Si, fue algo antes de lo planeado, una cesárea de emergencia. Esto pasó ayer de noche, todos contuvimos el aliento hasta el momento en que el pequeñito empezó a chillar con fuerza, esta bien, es muy saludable..—dice con una gran sonrisa, se ha estado involucrado mucho con ellos. Siento un gran alivio al saber que ellos se encuentran bien.

Paramos frente a una residencia, al parecer la de mi madre. Bajamos del coche que nos trajo desde la estación hasta aquí, un camino muy largo como para recorrerlo con maletas a cuestas.

En cuanto abre la puerta de la casa, me pongo a observarla con detalle. Es una casa muy bonita, se nota algo grande para una sola persona. Como hay tres habitaciones, me dice que dormiré con ella. Haymitch y Peeta se ubican en la habitación seguida de la principal y la de huéspedes. Tomo mi maleta mientras ella me guía a su habitación. Subimos por una escalera de caracol, que me dificulta algo llevar la maleta. Ella lo nota y se ofrece a llevarla por mi, yo de inmediato rechazo su ayuda.

Llegamos a una habitación bastante grande, con poca decoración. Tiene un sofacama del lado en donde se encuentra la ventana, dejo mi maleta a un costado.

Colors (En Edición. No Lean Los Capitulos Aún No Editados. Por Su Propio Bien.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora