Han pasado dos semanas desde la primera vez que fui con Peeta a ver el lugar donde se encontraba la panadería. Desde entonces, la el trabajo ha empezado. Resulta que no hay mucho que podamos hacer, Peeta contactó al Capitolio, informó sobre la reconstrucción de su panadería, eso llego hasta la presidenta Paylor, y mandó gente especializada para hacer el trabajo.
No ha faltado un sólo día para acompañarme en el desayuno. Las cosas han estado normales, para lo que nosotros calificamos como normal. Las conversaciones son cortas, sobre cosas simples. Aunque no son tan necesarias a la hora de comunicarnos. Sabemos que la compañía del otro es suficiente.
De momento, sólo me apetece que siga así. No creo que la extrema cercanía sea lo mejor para ninguno. Sólo soy cautelosa. Lo quiero tener cerca, pero no quiero parecer imponerle que esté conmigo.
Por las noches Haymitch hace su inevitable aparición. Ni me molesto en que las cosas cambien entre nosotros, ni me interesa. Algo bastante destacable es el hecho de que últimamente no es tan extraño encontrarlo sobrio. No sé cual pueda ser el motivo tras esto.
Como cada tarde que no voy al bosque, me encuentro sin nada que hacer. He decidido dejar ir mis hábitos pasados y mantenerme en movimiento, para al menos ayudar en algo. El motivo para que no haya ido hoy no es nada en específico. Tal vez sea lo de mi madre. Tal vez sea porque está lloviendo. En fin, si hubiese querido ir, nada me hubiese detenido.
Sae ha dejado de venir tan habitualmente como lo hacía antes ahora que he empezado a ocuparme de mi misma. Seguro es tiempo de que me ocupe de este lugar, para desligarla de esa responsabilidad innecesaria.
La idea de dejarlo todo aquí recurrentemente pasa por mi cabeza. Soy la única persona que habita esta gigantesca casa, tanto espacio que podría ser utilizada con fines más importantes que mantenerme cautiva. A pesar de que soy libre, no es la sensación que percibo en este lugar. Encaminarme hacia el bosque y no mirar atrás suena tentador. Hasta que pienso que aún estoy en la mira del gobierno. Que iniciaré un escándalo que me pondrá nuevamente en la mira del país. Pensándolo bien, en realidad no soy tan libre.
Luego de la mediación innecesaria de los días en los cuales no tengo nada que hacer, tomo la vieja escoba y me pongo a barrer el polvo de todos los sitios que alcance. Unos cuantos minutos se transforman en horas al ver la pila de loza que necesita lavarse. Y las alacenas que necesitan ordenarse. Y la basura que sacar. Y,, no mamen, suficiente.
Luego de tanta limpieza merezco un premio. Me conformo con una siesta. Bai.
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Colors (En Edición. No Lean Los Capitulos Aún No Editados. Por Su Propio Bien.)
FanfictionKatniss y Peeta vivieron muchas cosas antes del epílogo de Sinsajo, yo las relataré según mis ideas. Algunas cosas de la historia original serán cambiadas, pero los personajes son los originales de la trilogía de Los Juegos del Hambre de Suzanne Co...