〈 La Habitación Blanca 〉

7.- Duncan tiene una cita

Mentiría si dijera que ya estoy acostumbrado a estas cosas, porque claramente no lo estoy. Es agotador, aunque por suerte ahora es menos que antes. Antes, yo actuaba como si quisiera salvar al mundo. Ahora, sólo intento ayudar a algunas personas. Aprendí a separar entre mis problemas y los del resto porque de otra forma no sobrevivo, y me tomó años entenderlo y es algo que hasta el día de hoy sigo perfeccionando.

Usualmente, no puedo evitar preguntar cuando sé que alguien está mal. Se me da muy fácil identificarlo, aunque finjan. Se me da muy fácil saber cómo es una persona, y distinguir si es conveniente tenerla cerca o no. Con TaeMin sucede que es de esas personas a las cuales, si le caes bien, iría a patearle el trasero a cualquiera en tu nombre y se divertiría con ello. Es un muchacho no tan confiable en muchos aspectos, pero no derechamente malo.

Está muy herido, así como le dije a MinHo.

Y MinHo... bueno, MinHo es en verdad un buen muchacho, pero carga con una cruz mucho más pesada que él. Se le nota a la legua. Creo que por eso es tan bueno actuando. Le gusta dejar de estar en sus propios zapatos y se le da perfectamente, y por lo mismo verlo actuar es un espectáculo hasta placentero. Sin embargo, estoy seguro de que tiene algo que no lo deja dormir en paz, aunque no sé bien qué es. Al comienzo pensé que se podía deber al hecho de que claramente es gay y no se atreve a aceptarlo. Pero, con el transcurso de los días, me he ido dando cuenta de que hay algo más tortuoso para él que eso.

De seguro tiene que ver con TaeMin. Esa conversación que tuvimos hace un par de días me lo dejó bastante claro.

Lo miro de reojo mientras él ensaya un libreto. Tenemos una presentación en un rato y nos estamos preparando para ello. Sólo para pasar el tiempo, nos hemos venido a sentar en una de las mesas de picnic fuera del Hall Hoam para pasar el rato. De momento sólo somos él y yo, porque al parecer JinRi y SooYoung ya han encontrado otro grupo mejor al cual unirse, lo cual no quiere decir que hayamos dejado de hablar. Seguimos sentándonos juntos durante las clases, pero en ratos libres nos separamos a veces.

Por ahora, estamos esperando a que llegue TaeHyung con dos compañeras más con quienes quedamos de almorzar.

Todo está tranquilo hasta ahora.

Demasiado tranquilo.

Miro el reloj en mi muñeca y luego a mi alrededor. TaeHyung viene unos cuantos metros más allá, aunque solo. Sé que MinHo no lo ha notado todavía porque no tiene esa mirada nerviosa en la cara. Se le nota muchísimo que TaeHyung le gusta. O bueno, al menos yo lo noto.

—Parece que las chicas cambiaron de opinión —le digo a MinHo con calma, logrando que alce la mirada del libreto que tiene en las manos para dirigirla justamente hacia TaeHyung.

Macbeth puede esperar, claramente.

—Eh, supongo... —responde MinHo, queriendo sonar casual.