Llevo una semana de vuelta en la universidad y, sinceramente, esto no me tiene tan entusiasmado. Creo que de aquí a que termine la carrera no querré volver a ver un puto pincel en mi vida, aunque me atrevería a decir que eso se debe, en gran parte, a la presión que he estado recibiendo durante toda esta semana por la galería que se va a llevar a cabo el sábado. Y con sábado, quiero decir mañana. Mañana.
Mañana tendré mi primera galería.
Ay, qué emoción.
—Como sé que no estás sonriendo por lo mucho que me amas, voy a preguntar: ¿Qué te tiene tan feliz?
Sé que MinHo se estuvo conteniendo de hablar por demasiado tiempo, así que no me sorprendo en lo absoluto cuando oigo su voz. En cierto sentido, como que lo estaba esperando.
—Estoy nervioso, nada más.
Intento concentrarme en el dibujo con carboncillo que estoy haciendo, pero ya voy en el tercer boceto y no hay caso con esto. No me gusta. No me puedo enfocar en hacer algo bueno si tengo la mente dispersa en treinta lugares a la vez.
—Saldrá bien, tranquilo.
Escucho cómo MinHo se levanta de la cama y se acerca a mí. Me abraza por la espalda y me da un par de apretones en los hombros, como si estuviera haciéndome un mensaje. No sé si es esto lo que necesito pero, por el bien de mi estabilidad mental, decido soltar mi croquera y mis lápices y dejar que me consienta un poco.
—Sé que va a salir bien. Pero eso no quita que esté nervioso.
Sí. Es la segunda vez que admito que estoy nervioso. Seguramente, no lo habría hecho si hoy MoonGyu no me hubiera dicho que tenía que nombrar mis sentimientos tal y como eran, en 'honor a ese niño que alguna vez fui y que vio sus sentimientos invalidados por los adultos'. La verdad es que he aprendido bastante de MoonGyu en el último tiempo, y hasta lo eché un poco de menos mientras me fui a Inglaterra. Me gusta explorar mis diarios de sueños con él porque se fascina con la exactitud de lo que veo en ellos, y mis interpretaciones le parecen magníficas, aunque todavía hemos estado discutiendo el significado de La Habitación Blanca. La mayoría de los sueños que tengo allí me traen calma, así que es posible interpretarla como una zona de confort de mi inconsciente, pero muchas veces escucho un monitor de signos vitales de fondo y eso sólo me lleva a pensar en hospitales y muerte.
Y la muerte me asusta. Me asusta mucho.
—Descansa. Es casi media noche y tenemos que levantarnos temprano mañana.
La voz profunda de MinHo contra mi oreja hace que un escalofrío me recorra de pies a cabeza. Ahora siento el impulso de voltearme a besarlo, pero prefiero esperar a lavarme los dientes, la cara y tomar mis pastillas antes de dormir. Aprovecho también el impulso para ponerme la pijama y aplicarme un poco de desodorante en barra porque no me gusta oler a sudor, aunque me da sinceramente igual si este viene de otros.
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〈 La Habitación Blanca 〉
FanfictionCuando TaeMin y MinHo pensaron que la indiferencia sería suficiente para sobrellevar la vida universitaria, ciertos asuntos sin resolver regresaron para probar que ignorarse mutuamente jamás había sido opción para ellos. Pairings: ↠ 2Min (MinTae/Ta...