35.- La casa del Monarca

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TaeMin y yo nos dormimos tarde anoche

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TaeMin y yo nos dormimos tarde anoche. Nos quedamos hasta más o menos las dos de la mañana hablando con TaeSun, bebiendo un poco y jugando play. No lo voy a negar; me divertí. Esta versión más revoltosa de TaeSun es bastante más agradable que cuando andaba con la biblia bajo el brazo. Si hasta se rió de un par de cosas que dije y me dio unos golpecitos en la espalda, de los que no me quejé —a pesar de que dolieron un poco.

Lo malo fue que TaeSun se apoderó de la música y puso un mix que tenía hecho especialmente al gusto suyo y el de TaeMin. Así que me la pasé escuchando Eminem, Loco, G-Unit, Mad Clown, y Epik High con una mezcla rarísima de Slipknot, Rammstein, Bullet for my Valentine y Dir en Grey. Haré mención honrosa a las canciones de Madonna, Britney Spears y Lady Gaga, que fueron las únicas que, en silencio, disfruté. Nada de canciones católicas. Nada del 'granito de mostaza', 'dios está aquí' ni 'los peces en el río', como habría esperado hace un mes atrás.

Me hicieron jugar Dark Souls en un comienzo, hasta que decidimos cambiar a un Need for Speed que TaeSun compró en Inglaterra. TaeMin se burlaba de su hermano cada vez que yo le ganaba. Me apretaba disimuladamente la rodilla y me guiñaba un ojo a modo de ánimo, lo que extrañamente me alentaba para hacerlo cada vez mejor.

Dormimos juntos, como de costumbre. Pusimos en su televisión una lista de reproducción de metalcore y nos dedicamos a besuquearnos y tocarnos por encima de la ropa hasta que la calentura nos ganó un poco. Lo noté ansioso, así que preferimos detenernos y mirar una serie, aunque la atención en ella me duró bastante poco. Yo estaba de espaldas a TaeMin, con el culo pegado a su entrepierna, y de la nada él empezó a moverse un poco. Me moví de vuelta, y en diez minutos él estaba rozándose contra mí y masturbándome hasta el orgasmo. Manché sus sábanas, pero él le restó importancia. Luego se masturbó encima mío y terminó en mi pecho.

Juro que me pone tan, tan caliente, que no me importa no poder follar con él todavía. De verdad creo que todo este suspenso, y la paciencia que tenemos, valdrá la pena si llegamos alguna vez a tener sexo.

Nos despertamos cerca de las once sólo porque TaeSun nos fue a golpear la puerta. Nos llevó sándwiches hechos por la mamá de TaeMin y nos exigió que nos bañáramos pronto. Me dio la sensación de que escuchó nuestros gemidos ahogados de anoche, pero no hizo comentario alguno al respecto.

Almorcé con su familia. Los padres de TaeMin continuaron contándome cosas sobre sus hoteles y la pequeña empresa que están comenzando con la madre de Castiel y Viktor, aunque no especificaron muy bien de qué se trataba. Hablaron también de lo maravilloso que fue Castiel al ayudarles a arreglar algunos desperfectos de su casa allá, en Brighton, aludiendo a lo rápido y efectivo que era el muchacho para eliminar plagas y arreglar tuberías.

No sabía que tenía vocación de plomero y fumigador, el muy idiota.

Ha sido un buen día, dentro de todo. Después del almuerzo nos encerramos en el cuarto de TaeMin y aquí estamos ahora. Él está haciendo bocetos para unos tatuajes y yo estoy leyendo otra obra de Lee KangBaek, que seguramente revisaremos durante este semestre.

〈 La Habitación Blanca 〉Donde viven las historias. Descúbrelo ahora