13.- Tarde de té con María Antonieta y su hermanita

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Mentiría si dijera que no estoy emocionado por lo de hoy

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Mentiría si dijera que no estoy emocionado por lo de hoy. Llevo días planeando todo esto; semanas, de hecho. No es como que me sienta precisamente feliz de tener que llegar a este extremo, pero difícilmente me echo atrás cuando se me presenta una situación de esta magnitud. Y cuando la situación llega, lo disfruto.

No lo hago siempre. Usualmente, intento medirme y elegir mis batallas de la forma más sabia posible porque no me voy a desgastar por algo que no vale la pena. Incluso había considerado dejar que el asunto se resolviera por sí mismo: no darle mayor importancia, chequear que TaeMin estuviera bien, seguir los consejos de SunMi. Pero resultó ser que, aparentemente, el idiota de Choi no aprendió absolutamente nada del pasado y decidió meterse con TaeMin una vez más.

Y con eso me decidí a llevar a cabo lo que es correcto.

Es nueve de octubre. Son las nueve de la noche. El día ha avanzado tedioso y lento y aquello no ayuda a mi ansiedad. Quiero terminar con este asunto lo antes posible para poder enfocarme en mi fiesta de cumpleaños atrasada, que también es importante, casi tan importante como esto. O tal vez un poco más. Porque claramente me merezco una buena celebración. Mis esfuerzos tienen que ser recompensados y debidamente festejados junto con el otro protagonista de esta historia: TaeMin. Pienso mencionarle muy a grandes rasgos lo ocurrido antes de que el día lunes se entere de que a MinHo lo 'asaltaron' y que no salió muy bien parado de la situación. Porque si nosotros nos encargamos de ello, difícilmente tendrá una chance para defenderse.

Para entonces estaré atento a la reacción de Taeminnie. Dudo que le importe tanto como SunMi cree, y si resulta ser que le importa de verdad, entonces eso querrá decir que aún no aprende que es necesario imponerse para que lo respeten a uno. Pero sé que aprenderá. Ha progresado bastante y tiene algo de experiencia en conseguir lo que quiere. Lo malo es que su experiencia la basaba en lloriqueos y berrinches y, ¿a quién engañamos? Eso en alguien de diecinueve es indigno y vergonzoso.

Dignidad ante todo. Firmeza frente al mundo y respeto por sí mismo. Es cosa de etiqueta, ¿verdad?

Por eso es tan necesario darle a Choi lo que él mismo ofrece.

Observo de reojo a Lucas y WonSik. Los dos fuman y charlan en voz baja. WonSik le está dando a Lucas algunos consejos sobre la escuela ya que se ha estado metiendo en problemas y con suerte ha pasado un mes desde que inició las clases. No es como que Lucas no se sepa defender, pero no siempre se mide, lo cual es riesgoso si quiere mantener su matrícula.

Como siempre digo, hay que escoger bien.

—KiBum nunca se metía en problemas en la escuela —dice WonSik, apuntándome disimuladamente con el pulgar—. ¿Verdad?

—Por supuesto. —Volteo a ver a Lucas y arqueo una ceja. No diré que me cae bien este niñito, pero cuando mencioné que esto era en favor de TaeMin accedió de inmediato. Le sumé dinero y se entusiasmó todavía más.

〈 La Habitación Blanca 〉Donde viven las historias. Descúbrelo ahora