〈 La Habitación Blanca 〉

32.- Destino Final

Llevo seis días en Inglaterra y hasta el momento lo he pasado genial, a pesar de que he tenido que hacer bastante vida social con mis tíos, mi tía y mis primos ingleses, que no son pocos. No niego que me he divertido de todas formas; al menos con Oliver y Alyssa me divierto bastante, a pesar de que son más sanitos que mis amigos en general, pero no necesariamente aburridos. Pasé la navidad con ellos y, bueno, no me regalaron lo que yo tanto quería —una moto—, así que asumo que seguiré paseándome en la moto que WonSik compró la próxima vez que lo vea.

Dejando eso de lado, he tenido días tranquilos, a pesar de que ha hecho bastante frío. Ayer fuimos a un pub en el centro de Brighton con Castiel, Haydn, Danielle y Liz, y terminamos en el muelle casi congelándonos, fumando y bebiendo, mirando el mar. Nos fuimos a la casa de Castiel después, y me quedé con las chicas mientras Castiel y Haydn acompañaron a Viktor a ese aviario que tienen en el jardín. Nunca me han dejado entrar. Dicen que las aves que hay ahí no son aptas para ojos ignorantes como los míos. Sigo sin entender a qué se refieren, pero me molesta un poco. Seguramente ver palomas es algo impactante. Bah.

Que se metan sus aves por el culo.

Aproveché que me quedé a solas con las chicas para hablarles de lo que sucedió en el último tiempo. Eventualmente les mencioné MinHo, a lo que Lizzy se mostró encantada. Siempre ha tenido una fijación con las relaciones entre chicos, así que me pidió que por favor hiciera oficial mi relación con El Fifas ya que, según ella, estoy irremediablemente enamorado de él.

Sé, por supuesto, que no es así. MinHo me gusta, sí, pero... ¿de ahí a que me haya enamorado de él? No. No podría enamorarme de Choi.

Al menos no tan pronto, supongo.

Con respecto a eso mismo, realmente he tratado de mantenerme con los pies en la tierra y no hacer tonterías. No es porque esté enamorado, es sólo que, no sé, no quiero dañar a MinHo. Sé que él y yo estamos en una relación abierta y, por lo mismo, tengo la libertad de ir con quien se me dé la gana, pero prefiero intentar ser centrado y resistir la tentación lo más que pueda. Es como un desafío personal. Ayer mismo, de hecho, podría haberme ido con una inglesa que conocí en el pub, pero preferí pasar más tiempo con mis amistades.

Supongo que no está tan mal. Me divierto con ellos.

Lo malo es que...

Si yo me porto bien, mi hermano compensa por mí.

Al parecer, el haber estado tanto tiempo sirviendo a Dios lo dejó acumulado, porque son las cuatro de la tarde ahora y, desde mi habitación, puedo escuchar cómo coge con una muchacha que conoció ayer, cuando salió también con dos de nuestros primos. Están cogiendo tan ruidosamente que ni siquiera con audífonos puestos logro pasar por alto el ruido.

...

Y menos pasará desapercibido ahora que MinHo me está llamando.

Dejo de lado la carpeta de dibujos que TaeSun me entregó hace un par de días para responder la llamada. Encontró esta carpeta en el ático y me la entregó para que la viera. Es un pequeño compendio de dibujos que hice cuando era muy pequeño, entre los dos y los seis años. No sé muy bien por qué mierda la tienen, pero al menos me sirve para corroborar que desde pequeño mostré habilidades con la pintura y el dibujo. Estoy bastante conforme conmigo mismo, si me lo preguntan.