28.- Ya se te pasará

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La ley de Murphy dice que si algo puede salir mal, saldrá mal

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La ley de Murphy dice que si algo puede salir mal, saldrá mal. No sé en verdad qué me sorprende de todo esto, pero asumo que motivos no me faltan. Esperaba que tarde o temprano KiBum se enteraría de toda esta mierda, sólo que no esperaba que fuera a ocurrir ahora, y menos en estas circunstancias. Supongo que algo muy malo hice en una de mis vidas pasadas como para estar pagando este karma ahora. Quizá fui Hitler. O Franco. O Pinochet. O quizá simplemente estoy pagando por las cosas nefastas que hice hace sólo unos años.

Sea cual sea el caso, ya es un poco tarde como para inventar una explicación que deje tranquilo a KiBum. Nos vio besándonos y ahora todo le hará sentido. En sólo unos pocos segundos ya debe haber caído en cuenta de que todas las veces que rechacé salidas, o que no me despegué del celular, fueron porque andaba pendiente de MinHo. Y sí, era por él. No me despegaba del celular por él. Rechacé salidas por él.

KiBum está furioso y se le nota.

—No grites —le digo con la voz más calma que tengo—. Estás en un hospital, no en un terminal pesquero.

—¡EXIJO QUE ME EXPLIQUES QUÉ MIERDA ESTÁ PASANDO AQUÍ!

—Estás gritando como un demente, eso está pasando. Y harás que venga seguridad a sacarte a patadas lo cual agradeceré, porque te juro que me estás martillando la cabeza con tus gritos.

—A mí nadie se atrevería a sacarme.

KiBum se lleva las manos a la cadera y alza el mentón, orgulloso. Debe pensar que se ve intimidante, aunque desde aquí no asusta a nadie. Quizá a MinHo, pero no a mí.

—¿Qué te da el derecho a acercarte a MI TaeMin? —Pregunta KiBum, apuntando a MinHo con un acusador dedo—. Apuesto a que TaeMinnie está aquí por tu culpa. Le hiciste algo. Lo drogaste. Le hiciste daño a mi pobre TaeMin.

—Ay, por Dios, KiBum, deja de tratar a TaeMin como si tuviera cinco años —dice SunMi, hastiada.

—No te estoy hablando a ti. —Los ojos de KiBum todavía no se han despegado de MinHo—. ¡Responde! ¡Si tienes el descaro de venir hasta aquí y aprovecharte de TaeMin de esta forma, deberías tener también las bolas como para atreverte a responder!

MinHo abre la boca. El labio inferior le tiembla. Sé que está cagándose de miedo y quizá, en su lugar, yo estaría igual. Debería ser yo quien hable y dé explicaciones, pero en cuanto pienso tomar la palabra, MinHo se me adelanta.

—TaeMin sufrió una caída en el baño de su casa —Ay, no, MinHo, cállate—. Y bueno, se golpeó la cabeza, así que lo traje acá junto con su familia y...

—¿ESTABAS EN SU CASA?

MinHo se pone pálido. SunMi se adelanta para agarrar a KiBum de un brazo y en buen momento llegan Kai y JongHyun.

—N'hombre que tus gritos se escuchan desde la entrada del hospital, hay gente muriéndose acá y tú chillando como vieja loca—dice Kai.

JongHyun se adentra al cuarto también y nos observa. Por inercia sostiene a KiBum de un brazo para mantenerlo en su lugar, tal y como está haciendo SunMi. Sé que no tarda en descubrir lo que está pasando aquí, pero no dice nada, a diferencia de Kai, que está jugando muy bien la carta del desentendido.

〈 La Habitación Blanca 〉Donde viven las historias. Descúbrelo ahora