2do libro de la saga Four Chips.
La música despierta miles de emociones que en muchas ocasiones son difíciles de describir con las palabras. La música es para sentirla. Cuerdas, tambor, teclas, viento y voz, elementos importantes para que la música...
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Sigues siendo una verdadera tormenta detrás de mi calma, no solo por todo lo que arrastras sino porque es imposible que deje de pensar en ti. —Emine.
Christopher James.
Cuando veo sus ojos como platos quiero encogerme, mentalmente me golpeo por la estupidez que acabo de decir, se supone que Christopher James no dice esas cosas, pero solo salió y la verdad era que la chica castaña ocasionaba algo en mi interior que muy pocas cosas en la vida lo hacían. Emine Murphy me hacía sentir.
—¿Qué uhm dijiste?
—Borra los últimos segundos de nuestra conversación y volvamos a lo importante.
—Pero dijiste...
—Estoy tratando de confiarte mi más grande tesoro—la corto haciendo que me preste atención, aunque puedo notar su confusión. La entiendo, en estos momentos estoy lejos de estar mentalmente estable—. Esa es Faith. No necesito que me digas lo que hace, si quisiera eso contrataría a un guardaespaldas para que la siguiera.
Cosa que ya hice, pero eso ella no debe saberlo.
»Si alguien extraño llega a su puerta, me llamas; si ella actúa extraño, me llamas; si notas que recibe mensajes o regalos...
—Te llamo, ya entendí—Emine me mira serio y algo preocupada—. ¿Qué sucede? ¿Por qué actúas de esa manera?
No podía explicarle sobre mi padre, mucho menos decirle por qué estaba tan temeroso de que el hombre que había ayudado en nuestro nacimiento hubiese despertado de un coma eterno. No podía soltar una palabra sobre esa tarde, en cómo había enloquecido no solo con él sino con mi madre. Hay cosas que no se podían contar y solo se decían cuando ya era demasiado tarde.
No podía... pero extrañamente quería.
—Problemas familiares—me limito a decir.
Emine se tensa en su asiento, frunzo el ceño por aquello. ¿Qué sabe?
—Faith me contó... Uhm...
—¿Qué te contó?—presiono al ver como se estrecha las manos de manera nerviosa.
—Cosas... Bueno no cosas... Ella solo dijo que su única familia eras tú y... que tiene estas pesadillas en las noches—Mi rostro se contrae, Emine puede verlo y se queda en silencio. Poco después muestra arrepentimiento—. No dijo nada más, no me dio detalles y si me los hubiese dado tampoco te los diría, ni a ti ni a nadie.
—Sé de qué van sus pesadillas.
Mi voz suena ahogada porque me atormenta que Faith todavía piense en esas cosas. Pensé que Piper había ayudado, pero al parecer no era así.
—¿Qué hicieron tus padres?
—Ese no es tu problema, chica castaña.
—Lo es ya que estás pidiéndome que mantenga un ojo en Faith—siento una mano sobre la mía. Inevitablemente tiemblo al ver como los ojos castaños de Emine están fijos en mí mientras mantiene su mano fija sobre el dorso de la mía—. Puedes decirlo, ¿sabes? Sé que a veces es bueno contarle a un desconocido sus problemas.
