Habla conmigo, no te quedes en silencio, por favor, no hay que repetir la historia.
—Emine.
Christopher James.
Los chicos están felices ensayando lo que sería un concierto benéfico que tendríamos en algunos días. Pronto volveríamos de gira, pero con todo lo que sucedía no estaba muy seguro de que fuera conveniente salir del país en estos momentos. Austin también lo creía así, sin embargo, no podíamos cancelarla, no era posible, estábamos de cierta manera algo amarrados con el contrato, sin incluir el hecho de que miles de entradas ya habían sido vendidas alrededor del mundo, sería una falta de respeto cancelar ahora solo porque Chris no estaba al cien por ciento.
No lo estaba, me había confundido en cuatro ocasiones y los chicos ya estaban notando que algo no estaba viendo, pero lo dejaron pasar, hasta que llegó el quinto error.
—Muy bien, ya no aguanto más, ahora entiendo lo que ustedes sienten cuando me distraigo con facilidad mientras ensayamos—Frankie se retira el bajo y lo coloca en su soporte—. Todos lo notamos, así que suéltalo, ¿qué coño te pasa?
—Podrías haber preguntado con un poco más de tacto.
—Es Chris, él no necesita tacto—menciona Dustin como si lo que hubiese dicho fuese algo obvio.
Por mi parte, miro mi partitura y me concentro en deslizar las manos por el teclado, sin prestarle atención a los muchachos.
—Odio que nos ignore.
—Te dije que tenías que preguntarle con un poco más de tacto.
—De nuevo, es Chris, no necesita de tacto.
—Si intentan susurrar quiero que sepan que lo están haciendo horrible—Muevo mis manos rítmicamente en las teclas correctas evitando esta vez equivocarme.
Pero el teclado es desenchufado y por ende se apaga. No me queda de otra que suspirar y mirar al otro lado del cristal del estudio. Austin está al teléfono, por lo que no creo que pueda ser de mucha ayuda.
—¡¿Hola?! ¡¿Chris James?! ¡¿Estás ahí?!
—¡Frankie, mierda, deja de gritar! Me das jaqueca.
—¡Tú me das jaqueca! Di algo, estás raro, estoy seguro de que algo ocultas y no nos quieres decir porque siempre estás metido en ese papel de chico misterioso que nosotros no nos comemos.
—Es verdad—se limita a decir Dustin, apoyando como siempre a Frankie.
Miro a Mark quien rueda los ojos sentado en su banco.
—¿Tú no dirás nada?
—Todos en este lugar sabemos que nunca nos cuentas todas tus cosas y eso se debe respetar—enfatiza las últimas palabras mirando en dirección de Frankie y Dustin. Frankie suelta un bufido—. Sin embargo, sabes que estamos aquí para ti, Chris. Puedes contarnos lo que te molesta, nada saldrá de aquí.
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CHRIS | Four Chips #2
Romance2do libro de la saga Four Chips. La música despierta miles de emociones que en muchas ocasiones son difíciles de describir con las palabras. La música es para sentirla. Cuerdas, tambor, teclas, viento y voz, elementos importantes para que la música...