🍄 𝙋𝙚𝙧𝙙ó𝙣𝙖𝙢𝙚 𝙥𝙖𝙙𝙧𝙚, 𝙨𝙤𝙮 𝙪𝙣 𝙘𝙝𝙞𝙘𝙤 𝙢𝙖𝙡𝙤.
Porqué su maestro era, sin duda alguna, la encarnación del deseo; de la pasión, la lujuria y el fuego. Lo malo era qué, para la desgracia de todo el 𝐘𝐚𝐫𝐢𝐛𝐮, su 𝙎𝙚𝙣𝙨𝙪𝙖𝙡 p...
-¿Porqué todos los hombres guapos tienen que ser heterosexuales?.
男
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-¿Cómo estuvo tu día?.
-Bueno, mejor de lo que espere.
El metro.
La cerámica sucia y manchada debajo de la suela de sus zapatos hacía que cada paso que daba sonara, sin importar cuan suave caminara, y que tan lento moviera los pies; sus pasos hacían que el ajetreo y el sonido de los demás zapatos que avanzaban o corrían por ellos hicieran eco por la estructura subterránea del lugar, incentivando más el sonido, ese que marcaba el fin de cada jornada de la mañana.
Veía el tren llegar, iluminando el oscuro pasadizo por donde iba y venía, chocando contra sus ojos, escandilando sus pupilas, escuchando como las ruedas frenaban en un horrendo chirrido.
Con su maletín en su derecha y un pequeño pan de pudin en la otra, que con todo el gusto del mundo devoraba sin vergüenza, se dirigía a su pequeño departamento, dispuesto a descansar y tal vez pedir algo para comer en vez de tocar la cocina. Junto a él estaba Konno, acompañándolo en su ruta, pues ambos tomaban el mismo tren. En este caso, el hombre de aspecto relajado y shorts pesqueros se dirigía a la pequeña "gran ciudad", tenía que comprar la despensa del mes próximo, y no quiso perder la oportunidad de ser acompañado por alguien qué, además de vivir solo a cuatro cuadras del supermercado, le ofrecía quedarse en el caso de que se le hiciera demasiado tarde.
