Sensei | Yaribu

𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐨𝐧𝐜𝐞 - 𝗗𝗲𝘀𝗲𝗼.

エロス

—Kiyoshi estaba seguro. Necesitaba mantenerse al margen.

Los apartamentos amontonados espalda con espalda y costado a costado aveces le provocaban nauseas. Ver tantas columnas juntas que no llegaban todas al doceavo piso pegadas una con la otra le provocaba un dolor de cabeza extraño, junto a la rara necesidad de emparejar los edificios. Pero no era del todo malo. Tenía sus ventajas, tal vez muy mórbidas, pero lograban mantenerlo distraído todas las veces que quedaba solo en casa, o cuando los canales de la televisión no llamaban del todo su atención.

Ya que, en la pequeña terraza que conectaba perfectamente con la suya, justo a la derecha, pasaba horas y horas espiando los cosméticos y el gran espejo luminoso de su vecina que alcanzaba a espiar por la ventana del siguiente apartamento. Sabía que los sábados la mujer se arreglaba, al rededor de las nueve de la noche, hora en la cual, el debería de estar dormido. Pero no recordaba todo esto para martirisarse y sufrir por las horas de sueño que desperdiciaba. Su vecina vivía con las cosas desparramadas por el suelo, la plancha del pelo y la secadora se mantenían enchufadas todo el tiempo, pero él suponía que quedaban apagadas, para que ningún accidente ocurriera. 

Conocía el nombre de algunas cosas, como el rizador de cabellos de mango dorado, los perfumes Charlie sofocantes y tóxicos, el olor siempre arrasaba con el ambiente hasta llegar a la sala de estar de su casa. Fue por ese detalle que sus padres pelearon hace meses, pues mamá creía que papá la engañaba con otra mujer.