𝑪𝒂𝒑í𝒕𝒖𝒍𝒐 𝒕𝒓𝒆𝒄𝒆 - 𝐊𝐢𝐲𝐨𝐬𝐡𝐢

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“Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da” (Éxodo 20:12).

“Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da” (Éxodo 20:12)

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—Kiyoshi... de verdad eres despreciable... —.

...

—Aunque, no me sorprende. Jamás te tuve estima.—.

...

—Eres una vergüenza. —

...

—Solo logras darme asco.—

...

—Ojalá nunca hubieras nacido.—.

EstoydespiertoEstoydespiertoEstoydespiertoEstoydespiertoEstoydespiertoEstoydespierto

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EstoydespiertoEstoydespiertoEstoydespiertoEstoydespiertoEstoydespiertoEstoydespierto

También estoy solo...

... si, estoy despierto.

De nuevo las pesadillas, las lágrimas por el vivido recuerdo del sentimiento de rechazo. Es deplorable. En algún punto en mi vida, cuando era joven, llegué a creer que yo también era deplorable. Nacido, pero sin una razón para vivir...

El reloj de mi teléfono alumbra la habitación, me cuesta ver la pantalla, y solo me vuelvo a echar sobre el colchón frío, donde solo estoy yo.

... estoy solo...

No hay nadie que me consuele... o que me... ayude en momentos así.

Dios... perdóname. Perdóname, perdóname.

Cuándo tomó el celular entre mis manos, mis dedos por si solos entran al chat de mi hija. Hay emojis, stickers y largas conversaciones, donde ella desea poder pasar sus vacaciones conmigo, pregunta por mi bienestar, me cuenta las cosas que hace con sus mamás y revela de sus imprudencias en la escuela. También hay audios, donde su dulce y aguda voz me relata en dos minutos un resumen de su día. Pero, ya no hemos hablado. Hace solo una semana que fue de expedición en un viaje escolar, donde los maestros y el plan vacacional prometían el bienestar de nuestros hijos, independientemente de si algunos no creían que era muy seguro acampar en el bosque.

Sensei | Yaribu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora