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— Despierta, el líder acaba de llegar. —  abrió los ojos asustado y algo desorientado ante la información que apenas y logro entender.

Sus ojos pesados e hinchados le impidieron ver con claridad a la persona que le hablaba, su cuerpo cansado apenas y lograba reincorporarse con lentitud sobre las mantas en las que había pasado su descanso del que desconocía el lapso en qué permaneció ahí.

Su alrededor seguía igual a como lo recordaba pero sin duda lo sentía diferente, lo percibía más grande y vacío acomparacion de la primera vez que estuvo ahí, los libros habían sido acomodados sobre el lado izquierdo de la mesa y la silla cerca de la ventana, sin rastros de lo sucedido en el celo del alfa líder.

— Tienes que bajar a recibir al alfa líder.— parpadeó confundido ante aquello, ¿Debía bajar y recibir al alfa líder cómo si fuera su Omega?  — Date prisa, la cena de sirve exactamente a las siete.— obedeció sin saber realmente que debía hacer o si era correcto estar ahí.

¿Por qué el?

¿Por qué le pasaba todo eso?

¿Se pasó toda la tarde durmiendo?

¿Y si el alfa se enojaba y lo reprendia por sus acto? Jamás había dormido por tanto tiempo durante el día día que si sus padres se enteraran lo reprenderian sin pensarlo dos veces.

Con pasos torpes salió de la cama y bajo las escaleras con destino a la planta principal donde su destino sería revelado, solo esperaba que no fuera tan malo después de todo.

Se reprendio mentalmente al suponer que su aspecto sería terrible como para presentarse ante el líder, sus ojos cansados y supuso rojos serían la prueba de haber llorado por horas y dormido por otro par igual.

Apenas sus pies tocaron el último escalón el aroma fuerte y pesado del alfa líder calo en su interior provocandole alertas de peligro al sentir que el ambiente se encontraba tenso y lleno de emociones negativas que advertían una lucha de dominancia entre los presentes.

Los vellitos de su cuerpo se erizaron y su Omega se puso alerta, alerta por si algo sucedía.

Voces.

Voces fue lo se escucharon cuando se atrevió a acercarse a dónde la Omega mayor de dirigía el camino, la voz reconocible del alfa le hizo temblar de pies a cabeza desde la distancia. Su Omega en consecuencia agachó las orejas en sumisión al sentirlo enojado.

¿Cómo debía actuar?

¿Qué debía hacer?

Quería correr y huir pero sus piernas no le respondieron solo siguieron avanzando a dónde el alfa líder se encontraba.

Trago la poca saliva que tenía en su boca al sentir la mirada de todos los presentes sobre de él, su Omega se escondió aún más en su interior al sentir que era el centro de atención de todos y que habían dejado de hablar entre ellos al prestar su atención en su presencia.

— Buenas noches.— saludo haciendo una venía sin levantar la cabeza, temiendo ser escuchado por los demás.

— Acércate. — obedeció sin pensarlo dos veces, sus pies avanzaron hacia la cabeza de mesa donde el líder se encontraba, tenso ante las miradas de todos los alfas presentes, sus aromas fuertes densos lo tenían alerta.

—..es una desición arriesgada líder, el consejo no lo aprobará con buenos ojos — apretó los labios ante lo dicho por uno de los presentes y al sentir como el líder lo tomaba de las caderas y lo sentaba en su regazo.

Desconocía si era correcto o no pero si el líder lo hacía no debía ser malo ¿O si?

—Ya lo he decidido, ellos querían que sentara cabeza y que tuviera hijos ¿Por qué deberían interponerse en mi decisión?

¿Hablaban de el? ¿Debía preocuparse y huir de ahí?

— Su decisión va en contra de las tradiciones de la manada, nunca antes se había visto que un alfa líder tomara a un compañero para tener hijos y al mismo tiempo para gobernar, mucho menos un Omega.

— No hay nada que puedan hacer ahora, ya mandé mi decisión por escrito al consejo mayor. — el agarre firme que el alfa estaba manteniendo en sus caderas le estaba lastimando pero nisiquiera podía decir algo al respecto, el ambiente tenso se incremento aún más de lo que ya estaba cuando llegó. — Y si llegasen a querer impugnar mi decisión y la del consejo no podrán hacer nada al respecto.

— ¿A qué se refiere líder?— preguntó uno de los presentes con temor en sus palabras.

Se encogió en su sitio al sentir la nariz del alfa líder en su cuello, muy cerca de la marca causándole escalofríos por su repentino acto.

No sé atrevió a mirarlo, ni a siquiera a levantar la mirada del piso por miedo a lo que pudiera suceder solo dejando que el alfa líder lo siguiera oliendo. Sabía que por la reciente marca en su cuello el líder podría sentirse atacado al tener a su Omega rodeado de más alfas. Los alfas por naturaleza eran territoriales y muy protectores con lo que era suyo.

—Dejemos ese tema de lado, cenemos ahora antes de que sea más tarde.— el agarre disminuyó considerablemente hasta que fue nulo, lo sintió alejarlo de su cuerpo y después indicarle que se sentara a su lado.

Obedeció con cautela temiendo cometer un error del que le causará problemas una vez que los presentes se fueran, no logro ver a nadie de los que estaba en la mesa pero sabía que eran miembros de alto rango en la mandada, los mano derecha, generales y betas de gran importancia los que estaban en ese lugar y el único fuera de lugar era el.

Las pláticas fueran prácticamente nulas, solo una persona llevaba el ritmo de la conversación y ese no era el líder; trato de entender de que hablaban pero solo logro escuchar cosas sin sentido para el, algo que nunca en su vida había escuchado, tampoco quiso escucharlas del todo dado que su mente era un caos de pensamientos extraños ante su vida.

No sabía que iba a ocurrir ahora. Su vida dependía únicamente de lo que el alfa líder decidiera. Y lo que escucho solo lo dejo más confundido.

Al terminar la cena todos los presentes se retiraron de la casa, algo que también quiso hacer y regresar a la suya pero no pudo al no saber cómo pedirle que lo dejara ir o si debía irse sin decir nada.

Una vez que se quedaron solos y en silencio se levantó con miedo esperando no ser imprudente.

— ¿S–se le ofrece algo más alfa líder o..?

— Sube a la habitación y espérame allá, en un momento subo.— sus palabras fueron cargadas antes de que terminara de expresarlas.

No debía con traducirlo por lo que obedeció sintiéndose vulnerable a lo que el alfa líder quisiera hacerle o decirle.

¿Por qué no lo dejaba ir?

¿Para que lo quería en su habitación?

¿Acaso..? No, negó rápidamente con un movimiento de cabeza y se apresuró a subir las escaleras con cuidado y evitando hacer ruido.

El Omega del AlfaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora