*16*

1.4K 259 19
                                    



— Alfa Min, entendemos su postura pero debe comprender la nuestra, no hay miembro de la manada que acepte a ese Omega como líder. Es débil y asustadizo, no tiene la capacidad para liderar una manada, es un Omega que no fue entrenado para liderar, ni siquiera sabe cómo defenderse, ¿Qué le espera a la manada bajo su cuidado? Nosotros no nos oponemos a su enlace, entienda eso líder, lo que debatimos es el hecho de nombrarlo líder a su lado y poner bajo su mando el liderazgo de la manada.

Se acomodo tensando sus músculos contra el respaldo de la silla tratando de controlar la irá que se estaba expandiendo en su cuerpo.

Su mal humor fue evidente desde el momento en que piso la sala de reuniones ese día, nadie dentro de esas cuatro paredes aceptaba su reciente enlace. Todos mantenían la misma postura frente a él olvidando el lugar que les correspondía y las faltas que estaban cometiendo al interponerse de esa manera. Pero que trataba de contratar de la mejor manera.

Sabía que los viejos alfas metieron las manos para poner a toda la manada en su contra y la forma en que lo interceptaron era prueba de ello.

— Entonces, ¿Qué es lo que proponen? — inquirió tomando a todos por sorpresa, nadie se esperaba esa reacción por la forma en que se miraron entre ellos.

El silencio fue claro por las largos minutos que parecieron eternos, por lo que se sintió tranquilo inmediatamente al entender que no estaban actuando por sí mismos, sino que estaban siguiendo órdenes de los ancianos, mismos que solo cabarian su tumba.

— Veo que solo siguen órdenes de quién no deben, ¿Piensan poner a la alfa Oh como líder? Se que eso quieren los ancianos del consejo pero ustedes ¿Quéue es lo quieren?. Recuerdo que ansiaban tener un segundo líder y ahora que lo tienen niegan de él y lo apuñalan por la espalda. Eso no es digno de un pueblo que anhela la paz para su futuro. — expresó con arrogancia en sus palabras al no escuchar una sola queja de los alfas y betas que precidian la reunión. — El consejo mayor dio su bendición por encima del consejo local, ¿A quien harán caso? ¿A aquellos que quieren la paz y tranquilidad en la manada o aquellos otros que pelean por un lugar en el liderazgo de la manada?  Piensen bien en quien confiar sus vidas, mi padre fue devoto de la seguridad y bienestar cada uno de nosotros dejándome a mi como sucesor ¿Es su gratitud apuñalarme en este momento? Si se sienten inseguros estando bajo mi mandato hablaré con el consejo para que sean acogidos en otra manada..

— Eso es ir demasiado lejos, líder  — protesto uno.

—  ¿No eso lo que desean? La protección en alguien más fuerte y sabio que su líder, buscaré reunirme cuánto antes con el líder Lee para que los acepte sin ningún problema, estoy seguro que aquellos que quieran irse estarán muy seguros bajo su mandato.— sonrió con arrogancia al notar la palidez en los rostros largos y pálidos de los hombres frente a él.

La amenaza estaba en el aire calando en cada mente, nadie con un poco de sentido común aceptaría tal propuesta porque el líder Lee era peor que los ancianos del consejo juntos, nadie acostumbrado a una vida sencilla en la manada sobrevivía bajo el liderazgo de un desalmado hombre que procuraba tener a todo mundo bajo su dominio y control, nadie se atrevía a alzar la mirada sin que él lo autorizaba. Ni un solo alfa o beta logro salir de su protección en busca de refugio por las crueles formas de vivir. Un alivio el saber que nadie podía estar ni salir de ese lugar sin antes pasar por su líder.

— Bang quiero que toda la manada sepa y este conciente de que aquellos que se nieguen a permanecer bajo mi liderazgo y el del Omega Kim tendrán la oportunidad de migrar a la manada Lee en busca de la seguridad y protección, sin represalias. Me estaré reuniendo con el líder Lee para acordar el día en que puedan cruzar los límites sin problema. Es todo por hoy, me retiro.

No era estúpido.

¿Por qué no enviarlos a cualquier otra manada? Por la sencilla razón de infundirles temor, de imponerse como su líder de manera estratégica para demostrar que era lo mejor era aceptar lo que les dio.

No había las opciones que esas dos, y si no querían vivir como esclavos debían aceptar lo que él les dio, hacer de lado a los ancianos y evitar conflictos dentro de la manada.

El aire frío de la tarde relajo sus músculos tensos que se negaban a bajar, avanzó con pesadez a su hogar en busca de descansó después de un largo y agotador día en el que lo único que hizo fue aguantar se las ganas de querer asesinar a alguno de sus hombres. La picazón en sus dientes seguía clavada buscando desgarrar cualquier cosas en esos momentos.

La tensión reino en el aire apenas colocó un pie dentro de su cosa, aromas pesados e imponentes reinaron en cada rincón a su alrededor advirtiendo que un peligro mayor se encontraba a su paso, dominancia era lo que más de podía percibir.

Se apresuró a caminar a dónde las feromonas se hicieron más pesadas y asfixiadas dando en la puerta de la cocina, lugar que poco frecuentaba pero que sabía era el lugar más ocupado de la casa. Su alfa rugió más molesto de lo que ha estaba al notar varias presencias no dignas en su hogar.

— ¿Qué hacen aquí? Este lugar es solo para la pareja recién enlazada. — miró de un rostro a otro esperando a aquel que se atreviera a explicar el porque estaban ahí.

— Alfa líder, usted sabe las razones de mi estancia aquí en estos momentos.— asintió a lo dicho por el maestro Kim quien hizo una venía frente a él, dejando al Omega Kim a su vista.

La molestia se hizo presente al notar su aroma marchito y triste en el aire, seguido de lágrimas en sus ojos, con las mejillas rojas y algunos espasmos en su cuerpo.

— Me siento desplazada y mal correspondida en estos momentos alfa líder, usted sabía perfectamente que yo era la que iba a estar a su lado, que iba a liderar la manada como nuestros padres acordaron ¿Por qué no sucedió? ¡Ese Omega estúpido tomó mi lugar y lo qjiero devuelta!

Cierra la boca, antes de que le arranque la cabeza. Muestra respeto frente a mi y en mi casa, no te permito que montes en cólera frente a mi. Retiraré ahora antes que pierda la cabeza y te arranque la lengua para dárselas de comer a los buitres.

— P-pero líder..

— Ahora, no me provoque más y haga que termine olvídando quien eres.

El Omega del AlfaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora